Ocho meses después de su autorización por parte de la Consejería de Educación, en el marco de la última reunión del Consejo de Universidades de Castilla y León, la Universidad de Burgos tiene ya diseñado el futuro grado de Matemática Aplicada y Computación, que dependerá académicamente de la Facultad de Ciencias. La llamada memoria de verificación de este título superior, que recoge todos los detalles del mismo, desde el número de plazas hasta la plantilla de profesores, los recursos disponibles o las posibles necesidades, se encuentra en manos de la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario autonómico (Acsucyl). La UBU confía en que su pronunciamiento favorable llegue esta misma primavera y con él la consiguiente y necesaria financiación para poder ofertarlo el próximo curso, tal y como está previsto.
En dicho documento, la academia burgalesa plantea ofertar 48 plazas en unas enseñanzas presenciales cuyo plan de estudios incluye un amplio abanico de conocimientos en ambas materias, tales como álgebra, fundamentos de análisis, matemática aplicada, probabilidad, estadística e investigación operativa, fundamentos de programación y de computación, ciencia de datos e información cuántica, además de otras asignaturas optativas, prácticas externas y el Trabajo de Fin de Grado.
Otro de los aspectos de especial relevancia que se aborda en la memoria pasa por la conformación de la plantilla docente. La UBU calcula que serán necesarios un total de 39 profesores, repartidos por distintas categorías (catedráticos, titulares, ayudantes doctores, contratados doctores y un investigador del prestigioso programa Beatriz Galindo). La disponibilidad actual de profesionales por parte de la institución académica resulta muy elevada, de tal forma que fuentes de la misma consideran que tan solo sería necesaria la contratación de ocho nuevos a lo largo de los cuatros que dura el grado.
El equipo docente se distribuirá por distintas áreas, siendo la de ingeniería informática y sistemas la que aglutinará a un mayor número de efectivos (20), seguida de matemáticas y estadística (11), física y astronomía (7) y ciencias económicas (1). A estos recursos humanos, la Universidad añade hasta una treintena de científicos contratados en formación que «podrán engrosar la nómina docente». En cuanto a las instalaciones requeridas para impartir el título, las mismas fuentes precisan que no será necesario la construcción de nuevas dotaciones al poder usar el futuro alumnado las ya existentes en el campus burgalés, tanto en la propia Facultad de Ciencias como en otros centros académicos.
Con estas cuestiones ya definidas y sin dejar de poner en valor la necesidad de este grado, tanto por su elevada demanda como por su empleabilidad, además de por el hecho que en España solo existen cuatro títulos parecidos, la UBU espera que la respuesta definitiva de la Junta llegue cuanto antes.