Nadie ha vuelto a traspasar la puerta de la iglesia de San Martín Obispo de Palacios de Benaver tras el desprendimiento de parte de una de las bóvedas de la nave de entrada que tuvo lugar el pasado mes de diciembre. Comprobados entonces los daños y las causas por parte de los técnicos de la Diócesis, el templo permanece cerrado; de hecho, ni siquiera se han retirado las piedras que cayeron al suelo y sobre los bancos de madera ubicados en esa zona, y las celebraciones religiosas se celebran desde entonces en el monasterio de la localidad. Se tardarán muchos meses aún para volver a oír misa en el templo.
El aparejador diocesano Miguel Ángel Ortega ha concluido el proyecto de intervención, que ayer se presentaba a la alcaldesa de Palacio de Benaver y que presupuesta el coste de la reparación en unos 60.0000 euros. Cerrado para este año el ‘convenio de las goteras’, la intención es presentarse a la próxima convocatoria de marzo de 2021, con lo que las obras podrían ejecutarse en la primavera de ese año. Cabía la posibilidad de recabar fondos de la Diputación n provincial a través de la partida de ayudas de urgente necesidad, pero la cantidad necesaria es tal que será difícil reunir esa cuantía de otra manera.
El proyecto contempla la intervención en dos bóvedas así como en el pilar en el que se apoyan ambas, con el objeto de consolidar estos elementos constructivos tras el estudio que alerta de su inestabilidad. En cuanto a la bóveda que se desplomó y la del siguiente tramo de la nave se coserán ambas, pero con intervenciones distintas, ya que en un caso se trata de consolidarla para evitar que corra el mismo riesgo de la que se cayó hace dos meses, mientras que en ésta el proceso es doble.
En todo caso, el proyecto plantea una intervención en la iglesia en una sola fase para evitar montar y desmontar andamiajes e, incluso, para abaratar el coste de las obras. Éstas se prevé que tendrían una duración entre cuatro y seis meses.
Propuesta de restauración. La propuesta de restauración de la bóveda derruida del primer tramo de la nave del templo consistirá en limpiar la zona de argamasa sobre la que se colocaron las piedras que se ha demostrado no estaban sujetas convenientemente. Se desconoce cuando se realizó esta obra, añade el aparejador, pero sí que ha sido una de las causas del desprendimiento. Ahora, el proyecto consistirá en retirar esa argamasa ‘postiza’ de hormigón y consolidar la estructura con un nuevo cosido de las piedras ayudándose de la instalación de varillas de acero y mallas de sujeción y protectoras.
En cuanto a la otra bóveda, en el segundo tramo de la nave, se ha detectado cierto movimiento, por lo que se considera necesario intervenir para su consolidación, que consistirá en realizará un cascarón, ahora inexistente, para coser a él todos los plementos con varillas de acero y mallas y consolidar esa estructura interior de la bóvedas en un solo cuerpo y evitar movimientos o desplazamientos.
Por lo que respecta al pilar, también ha sido objeto de alguna intervención en el pasado, pero ahora se detecta el mismo cierto movimiento, por lo que también se consolidará partiendo de la propia base hasta la zona en la que se encuentra con el arco que sirve de apoyo a las dos bóvedas afectadas. Con estas tres actuaciones se consolidan los dos tramos de la nave central que en estos momentos tienen más problemas. Ortega explica que no es preciso intervenir en la cubierta, que solo precisaría de alguna intervención puntual de mantenimiento, con reposición de algunas tejas, pero no corre riesgo.
La alcaldesa de palacios, Isabel López, explica que su intención es acudir también al grupo de acción local Adeco Camino. Además, próximamente reunirá a los vecinos para darles a conocer el proyecto y planteará la posibilidad de que los vecinos que quieran colaboren con alguna aportación.