Las opciones de futuro del aeropuerto de Burgos están abocadas a encallar en un punto muerto ante la falta de iniciativa (o de interés, que de eso también hay mucho en este asunto) de las instituciones y organismos con capacidad para dinamizar la infraestructura.

Aena, que gestiona el aeródromo local, ya confirmó a la consulta realizada por este periódico que solo activará el plan de inversiones planteado en 2020 cuando la actividad comercial alcance los objetivos marcados. Una postura que encontró la réplica de la alcaidesa,Cristina Ayala, quien exhortó a la empresa pública a dar el primer paso y facilitar el impulso de la terminal con su inyección económica.

Ahora, el gestor aeroportuario resuelve que son las instituciones las que deben hacer del aeropuerto un destino interesante. En esta ocasión transmite su postura como respuesta a la pregunta realizada en el Senado por los representantes del Partido Popular Javier Lacalle, Salvador de Foronda y RaquelGonzález acerca de la promoción de Villafría para atraer tráfico y operaciones comerciales.

«Con el fin de incrementar la demanda de pasajeros resulta fundamental una adecuada promoción del aeropuerto de Burgos como destino por parte de las instituciones locales y autonómicas competentes», subraya la respuesta por escrito.Cortita y al pie.Contundente. Toda una declaración de intenciones que deja el peso estratégico a las administraciones públicas, así como -de rebote- a las posibles empresas privadas interesadas en operar desde Villafría.

Aena tiene claro que sus posibles aportaciones serán reactivas y en ningún caso propositivas. Ni promocionará Villafría ni invertirá en el desarrollo de la estructura hasta que así lo recomiende el crecimiento de la demanda, de las operaciones y de unos vuelos comerciales inexistentes en este momento.

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