Las quejas vienen de tiempo atrás. Los usuarios habituales del tramo de la carretera CL-633 que une Cornudilla con Poza de la Sal llevan años reclamando que lo ensanchen y mejoren su «lamentable» estado. Cansados ya de tener que arrimarse demasiado al cruzarse con otros vehículos a unas cunetas que en algunos puntos superan los 20 centímetros, exigen soluciones. Hace unas semanas la Junta ejecutó algunos trabajos de rehabilitación en la calzada, pero lejos de calmar las protestas, las han avivado.
El alcalde pozano, Domingo Núñez, se reunió ayer con el delegado territorial de la Junta, Roberto Saiz, y le transmitió la cantidad de problemas que surgen en una vía «tan estrecha, con cantidad de baches, en la que los accidentes leves son bastante comunes». Por los carriles apenas entran los turismos y en caso de que se crucen con un vehículo pesado se ven obligados a acercarse a los márgenes. «Al ser tan altos, las llantas de las ruedas se estropean con las piedras sueltas, que con la gran circulación que hay acaban invadiendo la carretera. Esto también supone un peligro para los conductores de motos y ciclistas porque se resbalan con facilidad», expone el regidor.
En los últimos años se han registrado varias salidas de vía y atascos entre camiones al no disponer de espacio suficiente para pasar. La localidad ha insistido en varias ocasiones sin éxito la necesidad de que la administración regional tome medidas en el tramo. El anterior equipo de gobierno lo solicitó pero tan solo consiguió que hayan añadido en varias zonas críticas piedra con arena, pero «no es suficiente», declara Núñez. Tanto él como compañeros del Consistorio han comprobado la innecesaria altura de las cunetas, la estrechez de ambos carriles y que los parcheados llevados a cabo acaban por levantarse al poco tiempo.
Por otro lado, el alcalde comentó al delegado la necesidad de colocar badenes de hormigón en el trazado que atraviesa Poza para evitar que los vehículos circulen a «tanta velocidad como lo hacen ahora», denuncia. Actualmente unos pasos de cebra avisan de que el peatón tiene preferencia, pero «ni los coches paran ni los transeúntes los utilizamos», aclara.
Hasta el momento no ha habido que lamentar atropellos ni otros accidentes, pero «no queremos llegar a ese punto, por lo que reclamamos que la Junta nos apoye».
Reparar el silo. Otro de los asuntos tratados en la reunión guarda relación con el estado del silo ubicado a la entrada de Poza, que a día de hoy cumple funciones de almacén municipal. La nueva corporación desconocía si habían donado el inmueble al municipio y ha solicitado a la Junta el documento jurídico que lo demuestra con el fin de «intervenir en la cubierta porque presenta goteras», explica Domingo Núñez. En su interior, además, guardan el peso de camiones para carga y descarga.
Por último, el primer edil puso sobre la mesa el proyecto que contempla la restauración de la antigua casa del maestro para ubicar en ella cuatro viviendas de alquiler social y adaptar la planta baja como local de ensayo para la Banda Municipal de Música y de usos múltiples. También la idea de transformar otro inmueble en espacio coworking «con la intención de atraer emprendedores». A pesar de que el Ayuntamiento dispone de fondos para hacer frente a la inversión pretende solicitar alguna ayuda tanto a la Junta como a la Diputación Provincial.