La natalidad se desploma: mil partos menos al año desde 2013

D. ALMENDRES / Burgos
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A pesar del leve repunte que mostrará el balance oficial del pasado ejercicio, los últimos datos revelan que en una década los nacimientos en Burgos bajaron de 2.999 hasta 1.999

En una década los nacimientos en Burgos han bajado de 2.999 hasta 1.999. - Foto: Luis López Araico

Solo la última actualización oficial correspondiente al cierre de 2024 frenará, de forma testimonial, la caída libre sufrida por la natalidad en la provincia desde hace 50 años. Un descenso asumido y agudizado en la última década, ya que desde 2013 nacen mil niños menos al año en Burgos.

El puntual estirón vivido en el primer trimestre del curso recientemente finalizado sirve para maquillar una cruda realidad en la que, por primera vez desde que hay registros, el territorio ya sumaba menos de 2.000 alumbramientos. Un récord negativo que, a buen seguro, no se superará en esta ocasión.

Con todo, la tendencia es más que preocupante. Basta recordar que el primer bebé nacido en la capital en el recién estrenado 2025 llegó poco antes de las cuatro de la mañana del 2 de enero. Aunque el pequeño Julen fue el más madrugador al venir a este mundo en el hospital de Miranda, este detalle resume la situación de la natalidad en la provincia a pesar de las cifras que dejó 2024 en los principales hospitales. El HUBU, Recoletas, Santiago Apóstol yel Santos Reyes alcanzaron los 2.057 nacimientos.Aun así, el último año dejará la segunda peor cifra histórica. 

Un pequeño respiro que solo el tiempo dirá si tiene continuidad en el tiempo. En la última referencia completa establecida por el Instituto Nacional de Estadística, correspondiente a 2023, Burgos sumó 1.999 nacimientos para abrir una etapa crítica para la demografía de la provincia. Un paso atrás delicado ya advertido desde el siglo XX en los diferentes estudios y proyecciones estadísticas. 

A pesar de la tregua que protagoniza 2024 no hay factor alguno que haga pensar en un cambio de la tendencia negativa en el futuro a corto y medio plazo por diferentes cuestiones sociales, económicas y culturales que también afectan por igual en el resto del país.

A falta de la última actualización del INE, 2024 superará por poco los 2.000 alumbramientos


La sangría poblacional es palpable, siguiendo la línea descrita en los registros del INE.Si en 1976 nacieron 5.577 niños en la provincia, esos 1.999 alumbramientos registrados en 2023 ponen la guinda negra a esta situación. En esta cuesta abajo solo hay leves repuntes, como el actual, aunque hubo fases históricas que dieron cierta continuidad al crecimiento poblacional. 

Eso ocurrió al final de la primera década del siglo XXI con la llegada de extranjeros. Esta circunstancia estabilizó los registros por encima de los 3.300 nacimientos allá por 2010, cuando en el cambio de siglo las cifras apenas superaron las 2.700 inscripciones anuales en el RegistroCivil.

Fue a partir del mencionado 2013 cuando los nacimientos volvieron a estar por debajo de la barrera de los 3.000 y, desde entonces, el descenso de la natalidad protagonizado ha adquirido un ritmo vertiginoso solo frenado a duras penas por los pequeños repuntes protagonizados en 2019, 2022 y 2024 (a falta del dato oficial exacto).

Agentes sociales, económicos y expertos coinciden en la importancia de impulsar políticas de incentivos, tanto para los ciudadanos locales como para los extranjeros que lleguen al territorio.De hecho, según la proyección realizada por el INE para el periodo comprendido entre 2024 y 2039 la provincia de Burgos solo mantendrá su volumen de población actual con la llegada de 36.000 nuevos habitantes procedentes de otros puntos del mundo.