Quienes tengan previsto un viaje este verano a un país que exige unas determinadas profilaxis para acceder o para visitarlo con tranquilidad y no hayan pedido cita todavía en el Centro de Vacunación Internacional van a tener complicado cumplir con ese trámite porque, según información oficial, no hay fechas libres en la agenda hasta dentro de más de dos meses. Es decir, que ni siquiera avanzado agosto hay garantía de poder hacerse un hueco. Y, aunque lo hubiera, muchas vacunas exigen pautas con intervalos superiores a la disponibilidad actual para poder cumplir con los requisitos antes de que acabe agosto.
Esta situación no es nueva, pero sí se ha agravado este año. Fuentes oficiales explican que, por una parte, hay más demanda de consultas por viajes al extranjero que antes de la pandemia por coronavirus y, a la vez, mayor preocupación. Y esto significa que personas que van a viajar a países por los que antes de la crisis de la covid no generaban visitas, ahora sí.
A esto se añade que el Centro de Vacunación Internacional está a cargo de dos facultativas, que deben asumir muchas otras tareas en el Servicio Territorial de Sanidad, sobre todo en materia de salud pública. Y algunas, como el rastreo de contactos cuando se confirma un brote de tuberculosis, por poner un ejemplo, son muy laboriosas y prolongadas en el tiempo.
Así, aunque dedican varios días a la semana a la atención de los viajeros internacionales, se ha generado lista de espera. Hay que tener en cuenta que la consulta con estas especialistas es un acto médico, en el que las facultativas preguntan acerca del destino y de los planes del viaje, porque, en función del país al que se acuda y del itinerario, puede ser imprescindible prescribir una vacuna e inyectarla o puede ser suficiente con hacer una serie de recomendaciones. Y eso, en ocasiones, exige más de una visita al centro, en el paseo Sierra de Atapuerca.
En la página web del Ministerio de Sanidad, en el apartado de 'La salud también viaja' se puede comprobar cuáles son las obligaciones y recomendaciones por países. Así, por ejemplo, si alguien va a viajar a Angola tendrá que ponerse vacuna contra la fiebre amarilla porque se exige y está recomendada. Pero si alguien va a ir a Sudán, donde también se recomienda esta protección, podrá haber variaciones en función del destino, ya que en la capital -Jartún- no se considera necesaria. Y, si no se va a salir de allí, podría no recomendarse. Pero cada caso es único y por eso se debe hablar con las facultativas del centro de vacunación.
Anular citas. La situación no es exclusiva de Burgos, por estas fechas se replica en casi todos los centros médicos de estas características, por lo que las fuentes oficiales destacan que si, por favor, alguien ha pedido cita en varios -Burgos, Madrid y Logroño- y consigue que lo atiendan en uno de ellos, que anule todas las demás.
Solo de esta manera se abrirán huecos para personas que necesiten una protección específica frente al dengue, la malaria u otras enfermedades antes de partir hacia su destino vacacional.