Merindades, refugio de orquídeas

A.C. / Quintanilla del Rebollar
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Un grupo de amantes de la naturaleza lleva más de una década creando el catálogo comarcal. Merindades suma ya 63 especies, igual que Andalucía, pero siguen buscando

El tejo que recuerda a Daniel Saldaña, Cristina Negueruela, José Luis Pacheco, Juanma Domínguez y Rafael Sánchez. - Foto: DB

Rafael Sánchez, José Luis Pacheco, Cristina Negueruela, Juanma Domínguez y hasta el pasado año en que falleció, Daniel Saldaña 'El pajarero medinés' forman el equipo de apasionados por la naturaleza que se ha propuesto completar el catálogo de orquídeas de Las Merindades y ubicar todos los ejemplares que crecen en sus campos en las 44 cuadrículas en que han dividido la comarca. Hablan de estas plantas con su terminología científica como el que charla del partido de fútbol y la alineación del equipo local, de forma rápida, con naturalidad que asombra al profano en la materia. Si todo va bien, en dos años, publicarán una guía completa y su investigación.

Su pasión es la prospección de este singular grupo florístico, aunque también son expertos en otras especies de botánica, aves o mamíferos. En la comarca, las condiciones climáticas de transición entre la vertiente atlántica y mediterránea generan una biodiversidad extraordinaria que da refugio a 63 de las 105 especies de orquídeas de la Península Ibérica en sus 2.821 km2. Andalucía, con una superficie treinta veces mayor, cuenta con el mismo número y en el norte penínsular, solo Navarra supera el censo de Merindades, con 70 especies.

En la Casa del Parque de Ojo Guareña, Rafael Sánchez comenzó en 2011 a trabajar en el estudio y puesta en valor de las orquídeas silvestres tanto del espacio natural como del resto de Merindades. De la mano del biólogo Nino Fernández desarrolló las primeras rutas de iniciación al mundo de las orquídeas y las primeras actividades de educación ambiental que continúan cada año. Sánchez tiene clara la idea de que el conocimiento de las especies de flora, fauna, hábitats... ayuda a conservar el territorio, porque de su localización depende evitar su destrucción.

Merindades suma ya 63 de las 105 especies de orquídeas de la Península Ibérica.Merindades suma ya 63 de las 105 especies de orquídeas de la Península Ibérica. - Foto: DB

En la comarca, hay puntos calientes de biodiversidad. El entorno de la Casa del Parque de Ojo Guareña, que incluye Sotoscueva, Montija, Espinosa y Valdeporres, es uno de ellos, ya que estos municipios cuentan con 48 especies de orquídeas. El equipo, al que se fueron sumando colaboradores gracias al grupo privado de Facebook Orquídeas Silvestres de las Merindades Burgalesas creado en 2020, ha pateado muchísimo la comarca en busca de nuevas especies. Pero siete se le resisten y se muestran convencidos de que se dan las condiciones para que crezcan en ella. Las siguen buscando y han decidido buscar apoyo e invitar a quienes deseen colaborar a que envíen las fotos y puntos de localización de las orquídeas que vean al correo orquideasmerindades@gmail.com. Donde menos «han trasteado» es en los valles de Zamanzas y Tobalina y en San Zadornil. Pero las sorpresas pueden aparecer en cualquier lugar el día más inesperado. 

Puro azar. Eso les ocurrió en la primavera de 2022, en que localizaron la última nueva especie del catálogo, la Gymnadenia densiflora. La víspera «nos dimos una paliza con colección de garrapatas para no encontrarla», recuerda Pacheco, que encuentra el tándem perfecto en su mujer, Cristina Negueruela. Les habían hablado de que crecía en la zona de Valpuesta, pero en Sotoscueva, al otro extremo de la comarca, dando un paseo, la vieron. Puro azar. En Merindades también se dan especies únicas en la provincia, como la dos que crecen en el macizo de Castro Valnera, en Lunada. La emblemática cumbre abriga a la Nigritella gabasiana y a la Pseudorchis albida, que solo se encuentran en los Pirineos y la Cordillera Cantábrica.

En otros casos, las orquídeas se hacen de rogar y salen caprichosamente en muy pocos lugares del país. Es lo que ocurre con la Ophrys aveyronensis, de la que solo hay seis poblaciones en España y tres se ubican en la Junta de Villalba de Losa -un municipio privilegiado con las orquídeas-, en la unión de Mena y Montija y en Valdebezana. 

La búsqueda de orquídeas es la misión cada primavera. En Mena comienzan a florecer en abril, antes que en el resto de la comarca. Esta primera quincena de junio llega la última oportunidad para disfrutarlas tras la «explosión» propiciada por las lluvias. La pasada primavera, en cambio, fue nefasta por la sequía. Junto a la falta de agua, el equipo insiste en poner coto a las amenazas de estas flores, los pesticidas y herbicidas, el desbroce de las cunetas, que piden retrasar a junio, las plantaciones forestales en los páramos o estepas, los incendios, o el cambio climático.