Los pueblos que tengan pensado construir nuevas instalaciones deportivas o reformar las actuales tendrán que esperar hasta 2026 si quieren contar con ayuda del Instituto para el Deporte y la Juventud (IDJ). El presidente de la Diputación de Burgos, Borja Suárez, anuncia «nuevas e importantes líneas de financiación» para esos dos próximos ejercicios, pero también cambios en la anterior política de subvenciones, que ha sembrado la provincia de frontones, pistas de pádel y circuitos para patinadores y habilidosos de la bici, en algunos casos sin potenciales usuarios más allá de un mes al año.

«Ya no podemos vivir del viejo paradigma de convocatorias como hasta ahora. Van a ser diferentes, van a ser mucho más específicas y a concentrar los objetivos», avanzó Suárez, al estilo de las nuevas líneas bienales que han lanzado sobre el ciclo del agua y caminos, y la que está pendiente de patrimonio. 

Las subvenciones del Plan de Instalaciones Deportivas se convocaban anualmente, con hasta 2 millones de euros de dotación presupuestaria. Este año, sin embargo, solo ha habido una línea extraordinaria para la adaptación de las piscinas a la nueva normativa, con 400.000 euros que solo han servido para atender a 16 de las 38 localidades solicitantes. No habrá más, según las palabras del presidente, tampoco en 2025, aunque sí estudian «ya para los dos últimos años de mandato la posibilidad de invertir», tras definir un plan de intervenciones prioritarias, según explicó ayer a los alcaldes presentes en la firma de convenios para contratar coordinadores deportivos.

Borja Suárez también les explicó que priorizan la construcción de un pabellón multiusos en Fuentes Blancas, valorado en 4,5 millones, porque el 33% de los vecinos del medio rural de entre 10 y 34 años se concentran en 30 pueblos del Alfoz. La Diputación acaba de formalizar con Arias Garrido Arquitectos el contrato para redactar los proyectos básico y de ejecución por 56.780 euros, que estarán listos a finales de año.