CD Mirandés y Burgos CF están separados en estos momentos por solo 3 puntos. La diferencia ha sido más extensa en varias fases de la temporada, aunque los dos conjuntos están ahora muy cerca. Lo importante es que ambos llegan al derbi del domingo con los deberes hechos y con una distancia suficiente para no pasar apuros en las últimas 8 jornadas.
El camino que ambos han seguido para llegar a este destino ha sido diferente. Los rojillos han tenido más altibajos a lo largo del curso, mientras que una de las virtudes del Burgos ha sido su regularidad. Sin embargo, la llegada de Joseba Etxeberria a Anduva ha permitido que la escuadra mirandesista encontrara la senda adecuada y el talento ofensivo que acumula su plantilla ha hecho el resto.
Fueron los rojillos los que comenzaron más atinados y es que al Burgos CF le costó arrancar. Los blanquinegros pasaron un proceso de adaptación, aunque con el paso de las jornadas se fueron sacudiendo complejos y miedos. Encontraron el estilo de juego, asentaron sus señas de identidad y han descrito una trayectoria ascendente, lo contrario que le ocurrió a sus vecinos.
Hasta la duodécima jornada, el Mirandés siempre estuvo por delante del Burgos. La diferencia en cuanto a puntos no era excesiva, pero los de Anduva estuvieron un escalón por encima que los de El Plantío y las sensaciones que transmitían eran positivas.
Sin embargo, tras sumar 7 puntos en solo 3 jornadas Lugo, Oviedo y Huesca-, el cuadro burgalesista tomó la delantera al conjunto de Miranda, que esa misma fase se atascó y solo logró 3 puntos -ganó en Ibiza, aunque cayó en Anduva ante el Girona y el Almería-.
A partir de ese momento, el combinado que entrena Julián Calero fue a más. Su confianza aumentó y se convirtió en un equipo mucho más competitivo, sobre todo en los partidos de casa. Coincidió con una etapa de dudas en el Mirandés, que no acababa de carburar y que acabó con la destitución de Lolo Escobar en la jornada 27ª tras perder su equipo en Anduva 0-3 ante el Sporting. Justo en esta fecha llegó la máxima diferencia entre ambos y fue de 8 puntos, gracias a la victoria que consiguió el cuadro burgalesista ante Las Palmas en Gran Canaria.
En estos momentos, el Mirandés parece haber recuperado la chispa que exhibió en alguno de los partidos del primer tercio de competición. La receta de Etxeberria ha hecho al equipo más compacto y ordenado. La victoria en Anoeta ante la Real B supuso un punto de inflexión que permitió que los rojillos se liberaran de lastre. El Burgos mantiene la línea y llegará al derbi como el tercer equipo más sólido de la Segunda División.