La Concejalía de Turismo, que dirige el concejal Carlos Niño, espera que a la tercera sea la vencida y el concurso para la redacción del proyecto para la rehabilitación del antiguo Asador Aranda y su conversión en un centro enogastronómico no quede desierto. Los estudios interesados tienen de plazo hasta el día 25 de noviembre para presentar sus ofertas.
El precio base de licitación del nuevo procedimiento es el mismo que en anteriores ocasiones, 88.292 euros, y además de la redacción del proyecto incluye la dirección facultativa de las obras cuando se inicien. Se ha programado una visita para el día 14 de noviembre para los equipos de arquitectos interesados con el objetivo que puedan conocer el interior del inmueble.
Cabe recordar que fue a comienzos de octubre cuando se convocó el primer concurso. En el pliego de condiciones el Ayuntamiento se planteó que el acceso al edificio fuera a través de la planta de cubierta que tras la urbanización de la calle Fernán González se configuró como un mirador desde el que se tienen unas vistas privilegiadas a la Catedral. La idea era levantar un volumen acristalado en su totalidad, dado que la normativa urbanística lo permite con unas condiciones, tal y como se refleja en la ficha del PGOU. Sin embargo, este extremo generó las quejas de vecinos y otros colectivos que revivieron lo sucedido en 2017 cuando se quiso convertir del inmueble en un centro cidiano y proyecto ganador del concurso que contemplaba una planta acristalada, que provocó el rechazo de Icomos y que el proyecto acabara en un cajón.
Ante esta situación, el equipo de Gobierno dio marcha atrás y sacó a las pocas semanas un nuevo concurso que contemplaba que cualquier actuación debía ceñirse al edificio existente. Sin embargo, finalizado el plazo de presentación de solicitudes la convocatoria quedó desierta, quizás por el escaso plazo dado para diseñar un proyecto de estas características. Ahora el concejal de Turismo espera que sí haya estudios interesados, como así han trasladado algunos de manera informal.
Los estudios interesados disponen hasta el próximo día 25 para presentarse
Según el programa de contenidos del pliego, la planta baja del inmueble tendrá un uso didáctico para promover el conocimiento de los productos de Burgos y sus elaboraciones, pero también de ámbito nacional o internacional. Se plantea mantener el horno de leña existente o bien crear uno nuevo para desarrollar una zona de demostración y una escuela de asado de diferentes productos.
En la primera planta se dispondrá un espacio multiusos donde poder degustar catas de productos de Burgos realizadas por los productores, cocineros, por enólogos y sumilleres. Además, deberá disponerse espacio para eventos de showcooking, cursos de cocina, conferencias sobre el ámbito de la gastronomía y la enología y todas aquellas actividades que se encuentran programadas en la propuesta de uso del edificio.
Está prevista su equipación con 10 cocinas móviles, 10 hornos y 10 microondas y mobiliario para albergar libros y revistas esta planta se ha dispuesto una zona de recepción y control de acceso con una mesa alta y equipo informático. Finalmente, en la planta sótano se instalarán los aseos del edificio y zonas de almacenaje (se incluirá una bodega), así como las instalaciones de mantenimiento y de gestión.
La actuación se estima que supondrá una inversión de 700.000 euros, de los que la mayoría se financiarán con fondos europeos. Este hecho hace que se quieran agilizar los plazos, dado que esta dotación estaba en el programa electoral del Partido Popular.
Según se establece en el pliego de condiciones, el estudio ganador del concurso dispondrá de 15 días para la realización de un estudio técnico de análisis del edificio desde la firma del contrato mientras que el proyecto básico se deberá entregar en un mes y el de ejecución también en un mes tras la notificación del informe favorable del proyecto básico.