Es curioso cómo a veces atraviesas un pueblo o paseas por sus calles y se van quedando en la retina algunas imágenes grabadas; en el caso de Mecerreyes son varias las ‘fotos’ para recordar: el viejo cartel de nitrato de Chile, el que cuelga de una casa sobre el dolmen de Cubillejo y también el pequeño cartel de ‘se vende’ sobre las ventanas de un edificio que albergó las antiguas escuelas, donde tantas generaciones de niños aprendieron a leer y escribir, gramática e historia y tantas otras materias.
Se trata de un atractivo inmueble de piedra, de dos plantas que bien podría albergar hoy día un establecimiento de hostelería, un centro de día para mayores, un edificio de usos múltiples, dependencias municipales...y es que para los foráneos, la primera idea que pasa por la cabeza es que al haber sido escuela, es un edificio de titularidad municipal. Pues nada más lejos de la realidad, es un inmueble de propiedad privada, perteneciente a un vecino del pueblo que lo compró en su día cuando se construyó el edificio de las nuevas escuela en la década de los 70 -hoy por otra parte, convertido, este sí, en edificio de usos múltiples, ya que hace una década que también se cerró la escuela- y que lo ha destinado a almacén para sus actividades ganaderas, fundamentalmente.
Ya jubilado, este ganadero y tratante, que no reside de forma habitual en la localidad, puso el cartel de ‘se vende’, por lo que parece con poca fortuna por el momento. Y eso que el inmueble es de lo más atractivo por su superficie, 400 metros cuadrados de solar y dos alturas, que albergaron cuatro aulas, y por las posibilidades que se intuyen para rehabilitarlo como vivienda o para buscar otra salida, incluso con la que ganarse el pan de cada día en estos momentos que está tan de moda el turismo rural, por ejemplo.
El inmueble se vende por 25 millones de las antiguas pesetas, según nos cuenta su propietario, que lo adquirió en su día por un millón de pesetas porque le venía bien para su actividad ganadera.
Bien es cierto que ahora lo más valioso es la fachada y los metros de que dispone, porque el interior está para derruirlo. «Pero ciertamente, es un edificio que podría dar mucho juego», explica el alcalde de Mecerreyes, Julián Vicario, quien añade que el Ayuntamiento no se ha planteado comprarlo dado que ya dispone de las antiguas escuelas reconvertidas en centro de usos múltiples y almacén municipal.