Numerosos vecinos de Burgos se han acercado esta mañana a San Lesmes para dar el último adiós al que fuera alcalde de la ciudad entre 1978 y 1992, José María Peña San Martín, gran impulsor también del Polo de Desarrollo que convirtió a la capital burgalesa en un núcleo industrial de primer orden. A las 10:45 comenzaba la misa funeral, oficiada por el anterior arzobispo, Fidel Herráez, si bien la homilía la ha pronunciado el sacerdote Luis Herrera Campo, a petición de la familia. Hijos y nietos han querido trasladar el féretro desde el coche fúnebre hasta el interior de la Iglesia, en presencia de María Pilar, esposa del finado.
En la homilía, Herrera Campo ha destacado de José María Peña "su fuerza, su inteligencia y su pasión por Burgos, ciudad a la que sirvió con desmesura". Asimismo, resaltó de él su "capacidad de trabajo" y haber sido el artífice "de la potencia industrial que hoy es Burgos". Hizo un llamamiento a los burgaleses para que recen por él con el fin de que "las heridas" que sufrió en vida "sean sanadas".
"Burgos no se entendería hoy sin José María Peña", ha sentenciado. Después de más de una hora de rito ha sonado el himno a Burgos, entonado por el Orfeón Burgalés, tras lo cual de nuevo la familia ha tomado el ataúd para devolverlo a coche fúnebre. Sobre las 12:15 horas los vehículos, con cantidad de coronas de flores, han partido hacia el cementerio de San José.