Luces y sombras en el balance de la economía burgalesa

B.G.R. / Burgos
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La Fundación Caja Rural y la UBU sitúan el crecimiento de la provincia en 2023 en un 2,1%, porcentaje que supera las previsiones iniciales que barajaban un 1,5%. A pesar de todo, la cifra es inferior a la media nacional.

El director general de Caja Rural, Ramón Sobremonte, junto a Manuel Morquillas (i) y José María Calzada, de la Universidad de Burgos. - Foto: Patricia

El Boletín de Coyuntura Económica, que realizan de forma conjunta la Fundación Caja Rural y la Universidad de Burgos, arroja cifras positivas respecto al balance del ejercicio 2023 y mira con optimismo a 2024, si bien presenta algunos aspectos que no resultan favorables, tal y como han subrayado esta mañana responsables de ambas entidades.

En términos generales, la economía burgalesa creció el año pasado un 2,1%, porcentaje que supera las perspectivas iniciales, que situaban dicho aumento en el 1,5%. El director general de Caja Rural, Ramón Sobremonte, atribuyó esta "relevante" mejoría al comportamiento del sector servicios, principalmente del vinculado al gasto público, el turismo y la industria. "Esto se ha materializado en empleos directos e indirectos", aseguró, haciendo referencia en este punto al comercio exterior, que ha registrado un "año magnífico" al incrementarse un 4% las exportaciones y ha sido objeto de un análisis específico dentro del informe.

De cara a la evolución del presente ejercicio, Sobremonte destacó que se prevé un mantenimiento del crecimiento, aunque rebajado hasta el 1,4% frente al 1,6% estimado en el conjunto de España. No obstante, precisó que existen dos riesgos al respecto; la geopolítica, asociada a los conflictos bélicos actuales, y una excesiva dependencia del gasto público.

Por su parte, José María Calzada, coordinador del Boletín, se detuvo en la evolución del mercado de trabajo burgalés, que suma 2.900 personas en el último año y 4.700 desde 2019, año previo a la pandemia. En este sentido, y dentro de esta última horquilla temporal, mostró su preocupación por la "disminución constante" del número de afiliados al régimen de autonómicos que se viene dando desde 2008, con un ritmo más acentuado al que se registra en el resto del país.