El HUBU está aplazando varios meses -al menos, a marzo del año que viene- citas de pacientes de la consulta de Pediatría especializada en Endocrinología, que llevaban entre dos facultativas y que ahora se ha quedado a cargo de una única pediatra, aunque fuentes oficiales destacan que «se está trabajando para aumentar el equipo». Así, niños que tenían prevista revisión están recibiendo cartas en las que se les emplaza a acudir hasta cuatro meses después y, según ha podido saber este periódico, las nuevas consultas con carácter preferente se están fechando en plazos de hasta cinco meses. La explicación, en los casos en los que se ha solicitado, es falta de personal.
La consulta de Endocrinología pediátrica asume toda la patología de la provincia relacionada con problemas hormonales, del metabolismo o de nutrición; es decir, desde las tallas bajas hasta diabetes y obesidad. La casuística es muy amplia y, por tanto, también lo es la presión asistencial. Para hacerse una idea de las cifras, solo por la última causa citada en este párrafo, la obesidad, esta consulta pediátrica recibe a unos 200 menores nuevos cada año. Y si a estos críos se añade quienes están en tratamiento y necesitan revisiones, la consulta suma el medio millar de pacientes. Otro tanto sucede con la diabetes, más inusual en críos que en adultos, pero también una enfermedad habitual que requiere de controles y consultas frecuentes.
Lo abultado de la casuística motivó que la dirección del hospital decidiera, ya en el desaparecido General Yagüe, que esta consulta la atendieran entre dos especialistas. Y así ha sido hasta este año, con breves interrupciones a causa de la jubilación de un histórico en la materia, Jesús Rodrigo Palacios. Pero salvo algún momento puntual, siempre ha habido dos especialistas al frente de esta consulta, cuyo volumen de pacientes es creciente (entre otras cosas, por el aumento del sobrepeso y la obesidad en los niños y adolescentes).
Este año, sin embargo, la Gerencia Regional de Salud (Sacyl) ha estado inmersa en sucesivos procesos de estabilización de personal: el concurso de traslados extraordinario del 2023, la estabilización mediante méritos de personal con largas interinidades, el concurso de traslados para personal con plaza fija en cualquier centro sanitario público del país... Esta acumulación de procesos cuyo objetivo es estabilizar empleo provoca muchísima movilidad, dado que personas que obtienen plaza desplazan a quienes trabajaban con contratos temporales en esos puestos y, según distintas fuentes consultadas por este periódico, esa situación iba a afectar a la consulta de Pediatría especializada en patología endocrina. Así, la facultativa que temía ser desplazada optó por marcharse.
Sin embargo, fuentes no oficiales consideran que la dirección del hospital tampoco evitó su marcha con las posibilidades de contratación de las que dispone. Por ejemplo, en otras ocasiones en las que ha habido falta de pediatras en Atención Primaria se llegó a acuerdos con el servicio del HUBU para que especialistas en salud infantil que ejercen en el hospital vieran pacientes de forma ambulatoria en distintos puntos de la provincia, pero ahora no se ha recurrido a esa fórmula en sentido inverso. O, por lo menos, no de momento. Y de ahí que fuentes del hospital digan que están buscando soluciones.