Los hosteleros, abiertos a que no se fume en las terrazas

C.M. / Burgos
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El colectivo asegura que son espacios «para todos» y empresarios y clientes tendrán que adaptarse como sucedió durante la pandemia. La única exigencia es que se aplique sin distinción en todo el país

Las terrazas se han convertido en espacios de socialización por excelencia. - Foto: Luis López Araico

La decisión del Ministerio de Sanidad de desempolvar el borrador del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025, que se quedó en un cajón y que contempla aumentar espacios libres de humo, entre ellos las terrazas, subir impuestos y regular nuevas formas de fumar como el vapeo ha sido recibido con discrepancias en diferentes sectores. El hostelero sería uno de los más afectados.

Sin embargo, el de Burgos, a diferencia del de otras ciudades, considera que la medida puede ser positiva, pero siempre y cuando la prohibición se aplique de igual manera a todo el territorio nacional para evitar discriminaciones como ya ocurriera durante la pandemia. 

El presidente de la Asociación de Restaurantes, Cafeterías y Bares, Enrique Seco, reconoce que una medida de estas características puede «dar miedo» por la mella que pueda hacer en los negocios al frenar la asistencia de clientes fumadores a sus negocios, pero considera que la salud está por encima de todo. «Tanto hosteleros como clientes se adaptarían si finalmente se opta por esta medida, como ya ocurrió cuando se prohibió fumar en el interior de los establecimientos. Son espacios públicos para todos y, si se decide prohibir, habrá que respetarlo», aseguró. 

En este sentido, reconoce que en la actualidad hay clientes que solicitar un cambio de mesa si en la de al lado hay fumadores. «Tenemos que entender la medida como norma nacional. No puede ser que los establecimientos del País Vasco dejen fumar y los de Castilla y León, no. La medida debe ser para todas las provincias igual», señaló, al tiempo que recordó los problemas que se suscitaron durante la pandemia cuando la Junta prohibió fumar en las terrazas de Castilla y León mientras sí estaba permitido en otras comunidades autónomas.

Este mes se cumplen 18 años desde la aprobación de la primera ley que prohibió en España el consumo de tabaco en lugares de trabajo, hospitales, colegios, instalaciones deportivas, centros culturales y vehículos de transporte colectivo, entre otras medidas, y 13 desde que esa norma se amplió a bares y restaurantes. Los dos momentos fueron especialmente convulsos para una sociedad donde el tabaquismo afectaba a altos porcentajes de la población y estaba prácticamente grabado en el ADN de muchas generaciones pero, sobre todo, el de 2010, ya que la crisis económica golpeaba brutalmente y los profesionales de la hostelería se opusieron con todas sus fuerzas planteando un escenario a futuro desolador en el que auguraban el cierre de muchos establecimientos. Visto ahora con perspectiva, no se cumplieron las peores previsiones y sí, en cambio, ha mejorado la salud general de la población.

Desde la Asociación Española Contra el Cáncer y la Asociación Nofumadores siempre han manifestado la necesidad de ampliar los espacios libres de humo. «No será posible avanzar en la reducción del tabaquismo ni proteger a las nuevas generaciones sin declarar las terrazas de hostelería, importantes espacios de socialización, como lugares libres de humo», aseguran. 

Otra batalla que se abre es frenar el uso de los vapeadores o cigarrillos electrónicos por parte de los adolescentes.