Elegancia también en la despedida

D. ALMENDRES / Burgos
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Dorothy & Peter, el último bajo comercial del Mercado Norte que permanecía activo, cierra este sábado después de 54 años

Maribel del Río posa delante de Dorothy & Peter, el único local aún activo. - Foto: Luis López Araico

El cierre del Mercado Norte ha dado tantas vueltas que los comerciantes no han tenido más remedio que anticiparse a los diferentes plazos marcados por la administración. Cada profesional ha reaccionado según sus circunstancias particulares y los adjudicatarios que seguirán con su actividad en la estructura provisional ya inician la cuenta atrás para el traslado previsto para el 15 de julio.
Por su parte, los inquilinos de los bajos situados a pie de calle bajaron la persiana poco a poco de forma progresiva hasta dibujar un panorama desolador en el que Dorothy & Peter se presentaba como el único negocio que permaneció en pie hasta el final. La histórica firma cierra este sábado y pone fin a una trayectoria única adornada por el momento y el simbolismo del lugar.

La situación es complicada para los puestos de abastos, pero los establecimientos situados en los bajos del viejo mercado tampoco lo han tenido fácil en esta eterna transición. Son un total de 15 lonjas comerciales, relación que completa la Oficina de Movilidad del Ayuntamiento de Burgos, y solo uno de ellos mantenía sus puertas abiertas a la espera de la clausura del edificio.

Esto es distinto. Dorothy & Peter es uno de los referentes clásicos de la moda en Burgos desde que abriera sus puertas hace 54 años. Maribel del Río, su propietaria, asume este adiós con la serenidad de quien acepta el momento de la despedida y con la amargura de dar el paso en una circunstancia que considera mal gestionada por el Ayuntamiento.

«Pensábamos que nos íbamos el año pasado, luego en febrero y ahora dicen que en verano. Mentalmente es complicado y me han hecho una faena», lamenta. «Bastante hemos aguantado en esta situación. No hemos comprado las colecciones más especiales de este año porque hay que hacerlo con meses de antelación y eso no es lo que me hubiera gustado como despedida», explica.

Lejos queda aquel 6 de noviembre de 1969, cuando esta icónica tienda abrió al público. El sello de Dorothy & Peter es sinónimo de glamour, elegancia y exclusividad. La apuesta por la vanguardia durante décadas convirtió a este establecimiento en un icono de la moda que ha contado con la colaboración de las mejores firmas nacionales e internacionales.

Este «revolucionario» negocio fue un «éxito» que se adaptó a las tendencias y novedades de cada momento. Esos «modernos» tuvieron presencia en el escaparate del Mercado Norte con la apuesta desarrollada por Maribel del Río. «En los 70 y 80 había grandes diseñadores en España, pero el Gobierno no lo entendió. Nosotros hemos trabajado con todos, ya fuera más o menos. Fuimos punteros en todos los aspectos», zanja.

La empresaria se emociona al recordar a sus «maravillosas y agradecidas» clientas. «Ahora la gente no es así ni existe esa fidelidad con las tiendas.La sociedad ha cambiado, así como la forma de comprar. Internet, las franquicias... han hecho daño. Yo no soy de esta época», lamenta, para mostrar su ilusión por acabar esta etapa con una sonrisa. «Ha merecido la pena».

«Tenía muchos proyectos, pero algo haremos de despedida», avanza. Y es que, aunque Dorothy & Peter cerrará con todo el género vendido, perdurarán «los documentos de los diseñadores y de las marcas» que han colaborado con el negocio. «Son tesoros personales y queríamos hacer una exposición, pero creemos que es mejor ser prácticos. Ahora pensamos en hacer un libro», avanza.

Poco a poco, los bajos del Mercado Norte perdieron a sus inquilinos. El adiós del edificio inaugurado en 1967 se unió al difícil relevo generacional que afecta al sector. Negocios dedicados al bordado, la mercería, la tintorería, el fotógrafo, la peluquería o la agencia de viajes cerraron sus puertas paulatinamente y algunos escaparates lucen en los últimos tiempos fotografías antiguas del paso del tren por el corazón de la ciudad. 

Dorothy & Peter mantenía viva esa llama y resistirá hasta el último día en el mismo lugar donde atrajo a cientos de clientes de varias generaciones. «Estoy molesta porque la gente piensa que habíamos cerrado», subraya, para mostrar su amargura con el Ayuntamiento. «Se han ido todos y nos hemos quedado solas con unas vistas maravillosas a unos contenedores de basura», explica. 

«La gente no pasa por sitios que no se cuidan y el Mercado lleva mal muchos años», recalca, al hacer balance de los últimos tiempos. «Dimos ideas e intentamos hacer cosas, tanto en la tienda como en el resto de la calle, pero siempre nos han dado 'facilidades'», comenta con tono irónico. Todo eso queda atrás y hoy solo queda despedirse con la elegancia característica durante más de medio siglo.