La vivienda nueva goza de buena salud en Burgos, impulsada por los números y la trayectoria descrita para superar el impacto de la crisis inmobiliaria.Los precios aún están lejos de llegar al tope histórico registrado en 2007 con esos 2.436 euros por metro cuadrado recogidos en los informes de laSociedad de Tasación, pero cerraron el primer semestre de año en curso con una cifra nada desdeñable de 2.089 euros/m2 para confirmarse como la referencia más alta de Castilla y León.Eso sí, lejos de los 2.930 euros/m2 de media del país.
De hecho, tras la crisis el mercado necesitó más de una década -de 2011 a 2023- para superar de nuevo la barrera de los 2.000 euros por metro cuadrado en Burgos y la tendencia al alza augura un mayor incremento al cierre del presente ejercicio. «Estamos en un mercado que va a empujones», indicó a este periódico el pasado mes de abril Gonzalo López Recio, presidente de la entidad provincial que agrupa a numerosas compañías por todo el territorio.
Siempre tomando como referencia el histórico de la Sociedad de Tasación, los datos actuales son prácticamente calcados a los ofrecidos en el año 2005. Entonces, Burgos era la octava capital del país con los precios más altos, creciendo incluso por encima de la media nacional. En el inicio de la segunda mitad de aquel año se alcanzaron los 2.106 euros por metro cuadrado, en una clara línea ascendente que dejaba atrás el tope de 1.993 euros/m2 del cierre de 2004, hace ya dos décadas.
Muchas cosas han pasado a lo largo de este tiempo. Sin embargo, la incertidumbre del futuro no impide comprobar la recuperación de los precios de la vivienda nueva en la provincia.Del mencionado tope de 2007 se pasó a los 1.723 euros/m2 de 2014, más de 700 euros diferencia en la media fijada por esta compañía especializada en el sector.
La subida de los precios podría llevar a la conclusión de un descenso en el número de operaciones. Sin embargo, la vivienda nueva vive una particular primavera en un escenario tan complejo como el actual. El precio desorbitado del alquiler y la flexibilización de los créditos espolean la compraventa de pisos a estrenar a niveles inéditos desde hace más de una década.
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