El encuentro ante el Leganés confirmó la excesiva dependencia que tiene el Mirandés de las acciones a balón parado y de los envíos largos como únicos recursos ofensivos. Los rojillos practican de forma insistente un juego demasiado directo, que permite llegar al área rival de forma rápida y sin peaje por el centro del campo, pero que se torna previsible para los rivales.
El gol de César Caneda en el último minuto posibilitó sumar tres puntos vitales pero no esconde los problemas que tiene el Mirandés para generar ocasiones. El propio capitán, héroe ante el Leganés, admitía tras el encuentro que en muchas fases del mismo al equipo le había costado «dar dos pases seguidos» y que por este motivo los partidos acaban siendo excesivamente trabados.
Las estadísticas le dan la razón. El Mirandés es el tercer equipo que menos pases da en toda la categoría. Según los datos oficiales de la LFP los rojillos han dado 4.573 en las catorce jornadas disputadas, una cifra que solo empeoran Llagostera y Racing.
Rúper, según los números de la Liga, es el futbolista rojillo que más hace circular la pelota aunque las cifras totales dejan claro las carencias ofensivas del Mirandés. El equipo ha experimentado en las últimas jornadas una notablemente mejoría en el balance defensivo y suma tres jornadas sin encajar goles, pero en ataque sigue sin encontrar soluciones que le permitan llegar más y con más eficacia.
Con once tantos a favor, los de Carlos Terrazas son el segundo equipo menos realizador y un alto porcentaje de sus goles obedecen el mismo patrón: acciones de estrategia o centros desde la banda buscando a Urko Vera.
De hecho de los 117 remates que suma el Mirandés en el primer tercio de competición, uno de cada cinco han sido efectuados por el delantero vasco, un porcentaje que sería más elevado si no se hubiese perdido varios partidos por lesión.
Sin organizador
En los problemas ofensivos que tiene el Mirandés también ha influido la baja de Emilio. El centrocampista era el futbolista llamado a canalizar el juego de ataque rojillo pero no juega desde que hace un mes sufriera una lesión muscular en la parte posterior del muslo.
Ayer se sometió a nuevas pruebas médicas que confirmaron que sufre una recaída, después de que se tuviera que retirar de un entrenamiento de la semana pasada cuando ya estaba casi listo para regresar al equipo. Por el momento desde el club se desconoce con exactitud el tiempo exacto de recuperación.