Fue un quiero y no puedo. El Burgos CF se volvió a mostrar como un equipo muy frágil en las áreas y encajó una nueva derrota (2-1) en el campo del Levante, que castigó a los blanquinegros en las pocas ocasiones que tuvo. Este tropiezo le condena una semana más a continuar en la zona baja de la clasificación y, en el caso de que gane o empate el Córdoba, caerá a puestos de descenso.
Los blanquinegros se adelantaron en la primera parte gracias a un buen tanto de Curro Sánchez, que cruzó el balón desde el pico del área e hizo inútil la estirada del portero. La alegría visitante duró poco porque, a los pocos minutos, Morales se aprovechó del desconcierto en el área a la salida de un córner y puso la igualada. El 'comandante' fue el más listo en una acción en la que se mezcló la mala suerte y la falta de contundencia (1-1).
Tras el paso por los vestuarios, el Burgos CF se encontró bastante cómodo en el partido y gozó de ocasiones para adelantarse, sobre todo una de Dani Ojeda, que remató de manera horrible y falló dentro el área tras un buen pase entre líneas. Lo siguió intentando el cuadro de Ramis con llegadas con cierto peligro ante un Levante medio dormido. Sin embargo, los granotas dieron dos zarpazos por medio de Espí y acabaron con un rival muy blando en defensa. En el primer gol de Espí, le ganó muy fácil el duelo individual a David López y cabeceó en el área pequeña, mientras que en el segundo finalizó con una vaselina preciosa un pase filtrado. La eficacia y la solidez en las áreas volvió a ser, un día más, la gran diferencia (3-1).