Viajar por Arlanza y cuidar del medio ambiente

B.A. / Lerma
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Arceredillo se convierte en una empresa pionera al dotar de un autobús híbrido a la ruta regular que conecta Burgos con esta comarca. Ha invertido 240.000 euros, 60.000 de ellos subvencionados con fondos europeos

El nuevo autobús, menos contaminante, atraviesa paisajes de postal, como este en Puentedura. - Foto: Luis López Araico

Apenas suena cuando inicia la marcha y el arranque es mucho más suave, no tan brusco. Esas fueron las sensaciones que percibieron hace unas semanas los usuarios del autobús de la empresa Arceredillo que cubre la ruta Burgos-Santa Inés pasando por pueblos como Tordueles, Quintanilla, Puentedura o Covarrubias. La explicación se encuentra en que estaban estrenando un nuevo vehículo, en este caso híbrido, una apuesta que convierte a la compañía de transporte familiar en pionera en realizar un servicio regular por la provincia a través de un medio más sostenible. 

«Enseguida noté algo, además de que era nuevo», cuenta Araceli Barbadillo, de Tordueles, una de las habituales de las dos rutas que hace esta empresa por su pueblo, los miércoles, día de mercado, a Lerma, y el resto de la semana, a Burgos, en dos viajes de ida y dos de vuelta. «Es lo mejor y casi lo único que tenemos en el pueblo, el autobús, porque el médico y la enfermera ya ni vienen», relata la señora, una de las que estrenó el autocar hace más de un mes. 

Contaminar menos y reducir el gasto en combustible fue lo que llevó a la empresa, como explica su gerente, Javier Arceredillo, a adquirir este autobús híbrido de carácter interurbano y que ha supuesto una inversión de 240.000 euros, de los cuales 60.000 proceden de una subvención de fondos europeos. 

Por las características del vehículo Arceredillo tuvo claro que lo iba a destinar a cubrir esos dos itinerarios, además del que cada mañana lleva a los chavales del entorno de Lerma al instituto de la villa ducal. «Es un poco más bajo, por lo que es más difícil que de en farolas o balcones en los pueblos y también es más manejable en ciudad y en las calles de los municipios. Con él es más sencillo hacer los giros o las maniobras», cuenta el gerente, que explica que tiene 55 plazas y 12 metros de longitud. 

Con la compra de este bus, desde la empresa muestran su compromiso de respeto hacia el medio ambiente, además de obtener un importante ahorro económico. Eso lo sabe muy bien Fernando Rodríguez, su chófer. «Dependiendo de la ruta se pueden ahorrar entre 8 y 10 litros cada 100 kilómetros, lo que se traduce en alrededor de 14 euros en combustible cada esa distancia». El autobús arranca utilizando la energía generada (lleva unas baterías autor recargables en el techo) y después se sirve del gasoil. 

La nueva adquisición está equipada con tecnología punta: emite señales luminosas y vibra el asiento del conductor para avisar de la presencia de algún objeto en el ángulo muerto, se inclina para facilitar la subida o bajada a los más mayores o frena si aparece algún peatón o animal por los laterales, evitando así atropellos. «La fauna salvaje es uno de los problemas de estas carreteras, continuamente vemos muchos corzos o jabalíes y muchos días hay siniestros», comenta el chófer mientras muestra un enorme cochino en la cuneta, cerca del cruce de Santa Inés. «Le destrozó el coche a un chico de Quintanilla el otro día», dice. 

Unos asientos más atrás, Mónica Revilla va inmersa en la lectura hasta que llegue a Covarrubias. No tiene carnet, por lo que este autobús le da la vida para llegar a Lerma todos los miércoles y entre 3 y 4 días a la semana a Burgos. «Se agradece poder utilizar un medio que emita menos humo», comenta la joven, a la que gustaría contar con alguna expedición los sábados o domingos. 

Alberto Salvador se baja en Puentedura, lo ha cogido por los pelos en Lerma y es la primera vez que se sube a este híbrido. «Suelo utilizar este servicio cuando estoy en el pueblo, pero es la primera vez que me monto en este nuevo. Está bien que se apueste por este tipo de vehículos, que contaminan menos», relata el hombre, que asegura que en Bilbao también usa el bus. «Me llama la atención que cuando arranca no se nota el ruido». 

El año que viene, más. El nuevo autobús también tiene incluido un sistema de seguridad que por normativa, según explica Javier Arceredillo, será obligatorio en el futuro. «Trae incorporado un alcoholímetro. No arranca hasta que el conductor sopla y da negativo», relata el gerente, que satisfecho con la experiencia con este tipo de autobús tiene previsto incorporar dos más a la flota. «Serán para cubrir las rutas metropolitanas de las que tenemos la concesión y contarán con hasta 36 plazas. La intención es poder aprovechar esta subvención y disponer de ellos los primeros meses del 2025».