El 'cerebro' que lo inició todo

EFE
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Hamás entierra definitivamente la vía diplomática con Yahya Sinwar, nuevo líder político del grupo y arquitecto de los ataques de octubre

Yahya Sinwar (d), al lado del fallecido Ismail Haniye, asesinado en Teherán.

Descrito por los agentes hebreos que lo interrogaron durante horas en prisión como «extremadamente inteligente», Yahya Sinwar ya dominaba Hamás mucho antes de tomar las riendas de su buró político, en sustitución de Ismail Haniye, asesinado en Teherán el pasado 31 de julio en un ataque atribuido a Israel.

Lo hacía en la sombra, dentro de la Franja, donde ejercía desde 2017 con mano de hierro como jefe del movimiento armado en el enclave.

Elegido esta misma semana como nuevo máximo líder político del grupo, Sinwar era técnicamente el número dos de los islamistas -solo detrás de Haniye, que vivía en Catar y se encargaba de las relaciones diplomáticas-. Pero la realidad es que suyas eran las decisiones más importantes de la milicia, aunando poder en las ramas política y militar.

Su designación, contra todo pronóstico, confirma el cambio estratégico de Hamás que él mismo impulsó desde dentro de Gaza, en el que la perspectiva bélica ha fagocitado a la diplomática. De hecho, fue la vertiente castrense -representada por él y el asesinato jefe del brazo armado de la organización, Mohamed Deif- la que planeó los ataques en territorio hebreo del 7 de octubre, origen del actual conflicto. La rama política, incluido el propio Haniye, solo se enteró cuando el plan estaba avanzado.

También Sinwar ha tenido la última palabra, siempre con posturas duras, en las conversaciones para lograr un alto el fuego, que fracasaron por enésima vez la semana pasada, aunque su antecesor, de talante más pragmático y diplomático, ejerciera como jefe negociador.

Tanto el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, como líderes militares se han referido a él desde que comenzó la guerra como un «hombre muerto andante», si bien el dirigente islamista ha eludido ser atrapado en varias ocasiones desde octubre, moviéndose como pez en el agua entre la amplia red de túneles subterráneos que tiene el grupo por toda la Franja.

«Yahya Sinwar es un terrorista, responsable del ataque terrorista más brutal de la historia», aseveró hace unos días el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, en la que prometió matar al cerebro de una masacre que dejó 1.200 muertos y más de 200 secuestrados. 

De su lado, el ministro de Exteriores, Israel Katz, estimó que su nombramiento «es otra razón de peso para eliminarlo rápidamente y borrar a esta vil organización de la faz de la tierra».

En paradero desconocido

Sin embargo, poco se sabe de él desde el inicio, hace 10 meses, de la contienda en Gaza. La rehén Yocheved Lifshitz, de 85 años, liberada a las dos semanas de su cautiverio, indicó que Sinwar visitó a varios retenidos en un túnel, pocos días después de los atentados de Hamás y les dijo en un correcto hebreo que allá se encontraban seguros.

Las autoridades judías no tienen duda de que Sinwar, que representa la línea dura y beligerante de la agrupación, fue quien planificó al dedillo la agresión contra Israel, país y sociedad que ha estudiado minuciosamente ayudado por su dominio de la lengua, que aprendió en sus casi 23 años en una cárcel del territorio. «Es una persona muy inteligente que invirtió en su desarrollo intelectual y en una comprensión profunda de la sociedad israelí», afirma Betty Lahat, exdirectora de la prisión Hasharon, donde estuvo recluido.

Allí, demostró sus dotes de liderazgo con una mezcla de magnetismo y de infundir miedo. Según los funcionarios penitenciarios que lo interrogaron, confesó orgulloso haber asesinado con sus propias manos a 12 personas.

En concreto, fue sentenciado a cuatro cadenas perpetuas por Tel Aviv en 1989 por planear el secuestro y asesinato de dos de sus soldados y cuatro palestinos «colaboracionistas» al frente de los servicios de seguridad de Hamás, pero fue liberado en 2011 como parte de un canje de 1.047 presos por la devolución del militar Gilad Shalit.

Nacido en Jan Yunis, bastión de apoyo a la organización de los Hermanos Musulmanes, Sinwar fue arrestado por primera vez por Israel en 1982, con 19 años, por «actividades islámicas», época en la que se ganó la confianza del fundador del movimiento que ahora lidera, el jeque Ahmed Yassin.

Dos años después de la constitución de Hamás en 1987, fue el encargado de crear la temida división de seguridad interna de la organización, Al Majd, guardiana de la «moralidad islámica» y azote de cualquier sospechoso de colaborar con el Estado judío.