La nueva ordenanza municipal de terrazas, que entró en vigor en mayo de 2023 y que posteriormente se modificó en febrero de 2024 para ampliar los plazos de solicitud de autorización, está trayendo de cabeza al sector hostelero. Sobre el papel a mediados de este mes tendría que estar totalmente implantada y contestadas todas las peticiones pero este objetivo dista mucho de convertirse en una realidad.
El área de Licencias ha recibido un total de 642 solicitudes para la obtención del permiso de ocupación del espacio público pero por el momento se han autorizado cerca de un centenar y el resto estarían pendientes. Los hosteleros deben presentar un proyecto, -dado que la nueva norma regula el espacio a ocupar por metros y no por número de mesas y sillas-, en el que quede marcado el itinerario peatonal accesible (IPA) que deberá tener una anchura no inferior a 1,80 metros y discurrir con carácter «general y preferente de manera colindante a la línea de fachada».
En algunos casos el Ayuntamiento ha requerido más documentación a los hosteleros, bien por estar incompleta o por no ajustarse a la señalada en la norma y ello está complicando las resoluciones. Desde la Federación Provincial de Empresarios de Hostelería se ha contratado a técnicos para que ayuden a sus asociados en esta tarea. «Quedan solo unos días para que el Ayuntamiento conteste y confiamos en que se agilicen. En nuestro caso nuestro técnico ya tiene resueltas un 10% pero no le han contestado ni a la mitad de las que presentó. Además, aunque conteste el área de Licencias luego hay un periodo de alegaciones para los hosteleros», indicó su presidente, Enrique Seco, que reconoció que los dueños de los negocios se han visto obligados a contratar técnicos para que realicen este trámite debido a su complejidad.
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