La oposición en las Cortes, fundamentalmente el PSCyL y Podemos, ha denunciado este martes que el operativo de prevención y extinción de incendios en Castilla y León "sigue igual" que siempre y, por ello, ha acusado al consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, de "jugar a la ruleta rusa" y de "fiarlo todo a una buena climatología", circunstancia esta última a la que atribuyen la disminución este año tanto del número de fuegos como de superficie afectada.
Han sido precisamente los portavoces del PSCyL y Podemos, José Luis Vázquez y Pablo Fernández, respectivamente, quienes han reprochado al consejero del ramo el cariz "autocomplaciente insultante" mostrado durante su comparecencia esta tarde en las Cortes donde ha hecho balance de la campaña contra incendios durante 2024, ya que, a su juicio, el operativo compuesto por más de 4.700 efectivos sigue invariable en su estructura, con ligeras mejoras, pero sigue falto de medios materiales y humanos y sus integrantes continúan sometidos a condiciones "precarias" desde el punto de vista salarial y laboral.
Así, el socialista José Luis Vázquez ha lamentado que Castilla y León, pese a los graves incendios registrados en 2021 y 2022, no haya tenido en cuenta la "lección aprendida", contrariamente a lo que Castilla-La Mancha hizo en su momento tras la trágica experiencia de los fuegos registrados en aquel territorio, para adoptar las medidas necesarias para mejorar el operativo de prevención y extinción.
"El problema es que todo se reduce a la oración, a la necesidad de que llueva, como así ha ocurrido este año", ha recriminado el socialista para reforzar la idea de que si la campaña actual ha sido exitosa no es debido a los medios de la Junta sino, lamentablemente, a la buena climatología que ha facilitado la importante reducción en número de incendios y superficie afectada en una comunidad que ha calificado de "Burkina y León".
Por ello, Vázquez ha acusado al consejero de "jugar a la ruleta rusa" en materia de extinción de incendios y de situar a Castilla y León "treinta pasos por detrás que el resto de comunidades autónomas" en la lucha contra el fuego, entre cuyas causas ha citado una reducción de las guardias en un 25 por ciento, junto con el incumplimiento de los acuerdos del Diálogo Social y del compromiso de que los integrantes del operativo cuentan con contrato los doce meses del año o el hecho de que la mayoría de los 4.600 efectivos esté subcontratada, lo que supone "precariedad e inestabilidad" y emolumentos de entre 800 y 1.000 euros menos que en el resto de operativos de España.
También el portavoz de Podemos, Pablo Fernández, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha apuntado que "el corolario de la campaña de este año se resume en que ha habido buen tiempo", algo que considera muy grave porque a ello se fía tanto la seguridad del patrimonio natural de la Comunidad como de los trabajadores que integran el operativo, un operativo que, como así ha precisado el parlamentario de la formación morada, debería ser "público, permanente, perfectamente coordinado y bien dotado en cuanto a medios materiales y humanos".
Figura del bomero forestal
Pero además, Fernández ha instado al consejero para que además de lanzar loas al trabajo del operativo también "escuche sus demandas", entre ellas su reivindicación de ser reconocidos sus integrantes como bomberos forestales, calificativo que el procurador de Podemos ha hecho en falta a lo largo de la alocución de Suárez-Quiñones en sede parlamentaria.
Entre las críticas a las que se ha sumado el portavoz de UPL-Soria Ya, Juan Antonio Palomar, el representante de Podemos también ha atribuido a excusas de "mal pagador" que el consejero, tras anunciar una inminente renovación del Plan INFOCAL, justifique ahora que tal medida no se ha podido acometer en los últimos veinticinco año porque no se habían evacuado los informes pertinentes.
En el lado opuesto, los portavoces de Vox y PP, José Antonio Palomo y Mercedes Cófreces, respectivamente, han expresado su satisfacción ante una campaña que, como así coinciden con Suárez-Quiñones, ha sido "excelente" por la importante reducción en número de incendios y superficie devastada, con parámetros no conocidos en los últimos cuarenta años, que han atribuido a una climatología benigna pero también al trabajo de un operativo que ha intervenido en más de 1.300 ocasiones a lo largo de este periodo, con una gran efectividad al reducir el 76 por ciento de los fuegos a conatos, con no más de una hectárea afectada, y gracias a una mayor dotación y mejoras laborales y formativas.