La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, ha asegurado este martes en el Senado que "es radicalmente falso" que se haya reunido alguna vez con el empresario investigado por corrupción Víctor de Aldama, ni de forma presencial ni por videoconferencia.

"No se puede demostrar lo que no ha ocurrido", ha zanjado Montero al ser preguntada en su comparecencia en la comisión de investigación del caso Koldo por el senador de Vox Ángel Pelayo Gordillo si dimitiría si se demostrara la existencia de esa videoconferencia.

La sesión ha continuado durante dos horas y media por la tarde con las intervenciones de Vox, ERC, PSOE y PP, que se suman a una primera media hora por la mañana del interrogatorio de UPN, tras el que se concedió a la compareciente un receso de cuatro horas para que acudiera a votar en el pleno del Congreso.

En todo momento la vicepresidenta, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE ha restado valor y credibilidad a la declaración que hizo De Aldama en la Audiencia Nacional, debido a que, ha recordado, forma parte de su estrategia de defensa y no estaba obligado a decir la verdad.

Sobre las acusaciones a su director de gabinete, Carlos Moreno, y al secretario de organización socialista, Santos Cerdán, de haber recibido sobornos, Montero ha reiterado que pone "la mano en el fuego" por la honorabilidad de ambos.

Otro "ejemplo" de que De Aldama ha tratado de culpar a "personas inocentes" es la supuesta preparación de una cena para agasajar a la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, algo que, ha subrayado, no se planificó "nunca jamás", pese a lo que haya declarado "un delincuente confeso".

El interrogatorio más bronco, plagado de interrupciones, lo ha tenido Montero con el senador valenciano del PP Gerardo Camps, en el que ha tenido que poner orden repetidamente el presidente de la comisión, Eloy Suárez.

Montero ha lamentado que Camps dé pábulo a las "mentiras, bulos y contradicciones" de la "indecorosa" declaración de De Aldama, mientras Camps la ha acusado de haber conocido a tiempo irregularidades de la trama de corrupción y haber "mirado para otro lado desentendiéndose de sus responsabilidades".

Respecto a la relación con el exministro José Luis Ábalos, la vicepresidenta ha dicho que fue siempre "de compañeros", no de amigos, aunque en una ocasión, "solo una", asistiera a su fiesta de cumpleaños.

Desde febrero, cuando saltó el caso Koldo, la única relación con Ábalos es "verlo en el Congreso cuando acude", ha relatado Montero, quien ha asegurado que desconocía las indagaciones de la Agencia Tributaria sobre esta trama hasta que lo publicó la prensa en esa fecha, ya que, ha recalcado, aunque dependa de Hacienda, la ministra no debe estar al tanto de expedientes de inspección.