La Sociedad de Promoción no gana para disgustos. En solo un mes dos de las personas que conforman su organigrama se han marchado, lo que supone un contratiempo para su normal funcionamiento. A la salida del técnico de Promoción Industrial, Rubén Fernández Huerta, que solo duró tres meses en el cargo, se suma ahora la del director técnico, Alberto Molina Hernández, el número uno del escalafón.
La mayor preocupación en el seno de Promueve tras la marcha de este último radica en que Molina ha sido la persona encargada de la captación y gestión de fondos europeos. Y ha sido precisamente este trabajo el que ha facilitado su fichaje por el Gobierno de la Comunidad Valenciana, donde llevará a cabo el mismo trabajo. «Le han visto trabajar, le han hecho una oferta y la ha aceptado. Le pagan más, dado que aquí cobraba 50.000 euros», reconoció ayer el presidente de Promueve y vicealcalde, Vicente Marañón.
Según Marañón, otra de las razones que podrían haber provocado su marcha, tras tres años en el puesto, son las continuas críticas de los grupos de la oposición. «Ha trabajado no solo en los proyectos de Promueve sino también en la gestión de los fondos europeos y la oposición no reconoce su trabajo y lo único que hace es criticar todo», añadió.
Precisamente, lo que más preocupa es que habrá que buscar a otra persona que se encargue de la captación de los fondos europeos. «Lo único positivo es que ahora la labor de captación está realizada y la gestión corresponde a los diferentes departamentos municipales pero tendremos que buscar a otra persona (...)».
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