El Plantío volverá a colgar el cartel de 'no hay entradas' después de mucho tiempo. El derbi del baloncesto burgalés del próximo sábado -20.00 horas- entre el Grupo Ureta Tizona y el Longevida San Pablo llenará hasta la bandera el recinto, que tiene capacidad para alrededor de 2.500 espectadores. Será la primera vez que ambos equipos se enfrenten en un encuentro liguero y la expectación en la ciudad es máxima. 

El San Pablo, como equipo visitante, ha recibido únicamente 40 entradas por parte del Tizona, a lo que hay que sumar las 25 invitaciones a las que obliga la Federación Española de Baloncesto (FEB). El resto han quedado repartidas de la siguiente manera: unas 2.000 localidades estarán ocupadas por los abonados del Tizona, a los que se les dio la posibilidad de comprar otro ticket para llevar a un acompañante, y alrededor de 450 salieron a la venta para el público en general con promociones que incluían dos encuentros e incluso daban la posibilidad de ver la segunda vuelta entera del equipo de Diego Ocampo. 

Todavía quedaba alguna entrada suelta en la mañana de ayer, pero a lo largo de la tarde se completó el aforo y no habrá ni un solo hueco en la grada. Hubo aficionados que se quedaron sin ellas.

El encuentro es, sin duda, una fiesta del baloncesto de Burgos, que cuenta por primera vez con dos clubes en LEB Oro y, por si fuera poco, ambos están en la zona alta de la clasificación. Teniendo en cuenta la masa de aficionados que mueve este deporte en la ciudad, serán muchos los que no puedan presenciar el partido in situ en la tarde del Día de Reyes, pero podrán seguirlo en directo por La 8 Burgos.

Tras este choque, el San Pablo cerrará la primera vuelta ante el Real Betis en el Coliseum el viernes 12 a las 21.00 horas, mientras que el Tizona lo hará el mismo día a la misma hora en casa del Clavijo.