La estación de Miranda se prepara para un año de incorporaciones. Así lo explica José Antonio Barahona, secretario en la ciudad del Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (Semaf), puesto que 21 conductores reforzarán la residencia de la ciudad en 2024. La mayoría formalizarán su plaza tras cumplir un periodo de formación. Al acabar su tiempo de becarios, diez profesionales afianzarán las líneas de larga distancia y cinco el servicio de mercancías. Además, el operador ferroviario ultima una convocatoria de movilidad geográfica entre el personal, lo que posibilitará incluir otros seis profesionales en la lista, contando cuatro para grandes líneas y dos para los trenes de Servicio Público, como los cercanías o regionales.
Barahona remarca que con estas incorporaciones «y aunque también habrá otros que se irán, seguro que habrá un saldo positivo en la residencia de Miranda», reivindica el sindicalista. Gracias a ese aumento, el representante remarca que estarán en una mejor posición para afianzar el puesto de la ciudad, ya que matiza que «lo que queremos es estar en disposición de asumir más trenes, como los de alta velocidad, para ser la base de todo el tráfico del norte».
El secretario de Semaf indica que los becarios firmarán el contrato como maquinistas en enero, «por lo que con ellos cubriremos las salidas que tendremos con las jubilaciones previstas». Con la movilidad, la estación ganará «dos en Servicio Público, que vendrán muy bien porque tenemos carga de trabajo», afirma Barahona, quien reitera que «en 2024 tendremos mejores números que en 2023», siempre con la idea de rondar los 130 maquinistas entre los trenes de Servicio Público, de larga distancia y mercancías.
Sobre esta última sección de Renfe, Barahona critica las dudas sobre su futuro. La posible privatización motivó la convocatoria de varias huelgas, levantadas a última hora, pese a que la sospecha continúa. El secretario de Semaf en la ciudad avanza que si finalmente entra un socio privado y las mercancías se desvinculan del operador ferroviario público, «eso repercutiría en 45 personas, porque contamos con cuarenta maquinistas y cinco en oficinas».
Intervención y talleres. De manera estrictamente local, Barahona apunta a otros problemas del sector ferroviario. El principal implica a los talleres, respecto a los cuales todavía esperan que la empresa comunique más claves sobre su reforma y unificación, en la actual ubicación de la base de motor. Mientras se resuelve ese asunto, en Semaf reivindican un incremento de los puestos de trabajo, «aunque la cifra necesaria resulta difícil de detallar, puesto que la empresa ha incluido a subcontratas privadas, pero esos trabajadores deberían de ser del grupo Renfe», sostiene Barahona.
En el caso de los interventores, el representante de Semaf recuerda que «estamos en los trece o catorce puestos cubiertos, de una plantilla que debería de llegar a 25».