Inmaculada y Cristina beben los vientos por Coque Malla. Tanto que han hecho de la canción Extraterrestre su propio himno. Tú no sigas la corriente / Es horrible lo que dice la gente /Tú eres tan diferente /Vamos a comernos el mundo. Ellas se lo toman al pie de la letra y lo devoran. Tal cual. Sin contemplaciones. Tienen 47 y 49 años, respectivamente. Sienten que se encuentran en su mejor momento. Lo estaban ya antes de la pandemia. Pero llegó el confinamiento y todo se paró. Ahora tratan de recuperar el tiempo y el ritmo. Cuentan que, con el paso del tiempo, se han quitado lastres, además de ciertas mochilas demasiado pesadas. Y ahora les apetece salir y bailar. Disfrutar de la vida. Por eso han decidido vivir su primer Sonorama Ribera. «Sin complejos, ni vergüenzas. Aquí estamos nosotras», dice una Inma reivindicativa durante un concierto en el Escenario Charco Diario de Burgos.
Su lema, el que compuso el líder del grupo de rock Los Ronaldos, continúa así:Tienes buen humor, tienes swing, tienes ironía. / Eres elegante y dices todo lo que piensas. (...) Eres tan distinto, eres tan extraterrestre. Distintas o no, ellas desprenden vitalidad. También suman unos cuantos años bailando swing. Y admiten que este tipo de festivales les sirven, de alguna manera, para «revivir nuestra época más joven».Cierto es que en su mocedad no existían estos eventos, pero Inma y Cristina, primas además de buenas amigas, no perdonaban prácticamente ni una sola fiesta de los pueblos de Palencia, donde trabajan una como educadora social y la otra en un comercio.
Llegaron a Aranda de Duero el jueves a mediodía. Justo ese día, Coque Malla, su Coque Malla, actuaba en El Picón. Y, claro está, no se lo podían perder. Disfrutaron con Los Secretos, Celtas Cortos, Rozalén y Rulo y la Contrabanda. «No hemos parado, habremos dormido unas cuatro horas», cuenta Cristina. Se han decantado por vivir Sonorama Ribera en plan cámper. El viernes aprovecharon la mañana para darse un chapuzón en la piscina, después se pasaron por el Escenario Charco Diario de Burgos y remataron por la tarde con Izal o Mikel Erentxun, antes de darlo todo con Leiva, la sorpresa que tenía reservada la organización de Sonorama Ribera para soplar las 25 velas del festival.
«Es como volver un poco a los años 90», dice Inma, mientras detalla que lo que más le está gustando es el ambiente y el «buen rollo» que se respira por toda la ciudad, así como la gran variedad de música. Cristina destaca lo preparada que está Aranda para albergar un evento de semejante magnitud y reconoce que le han llamado la atención detalles de la organización como «lo limpios que están los baños» en la zona de los conciertos o la rapidez en las barras.
Su ejemplo demuestra que nunca es tarde para disfrutar por primera vez del festival. Que los 47 o los 49 no son más que una cifra. Como lo son los nueve meses de algún bebé que ya ha vivido su primerSonorama o los 80 tacos de otros tantos que no se pierden por nada del mundo el ambiente de la Plaza del Trigo. «Aquí se está muy a gusto», dicen las primas palentinas. El trabajo les impidió disfrutar del 'ingobernable' C. Tangana, de La M.O.D.A. o del concierto sorpresa con motivo del 25 aniversario. Sin embargo, hoy domingo prometen volver con las pilas cargadas. Les esperan Loquillo, Fuel Fandango o La Casa Azul en el escenario Ribera del Duero y LaFrontera o Dorian en el vecino Aranda de Duero. «Sonorama es un referente», rematan satisfechas por haber 'debutado' en una fecha especial para el festival y, sobre todo, para ellas mismas.