El ciclo de las vides muestra un ligero adelanto sobre el estado fenológico medio de los cultivos por estas fechas. Después de un invierno muy seco, los técnicos del Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero han constatado sobre el terreno que el nivel de precipitaciones registrado entre el pasado mes de noviembre y el de abril ha sido normal, con un invierno muy seco, sobre todo los meses de enero y febrero, pero que gracias a las lluvias del pasado mes se ha recuperado la reserva hídrica del suelo, lo que está permitiendo un avance rápido de la brotación de las viñas.
De hecho, según los registros de las cinco estaciones meteorológicas repartidas por distintos puntos del territorio de la DO, en abril se superaban los 100 litros registrados en la zona en un inicio normal de primavera, lo que supone el doble de precipitación de la media. "Como ese agua ha caído cuando todavía las temperaturas no son elevadas, ha permitido que el terreno recuperase la humedad interna, que les va a venir muy bien a las plantas para esta etapa de crecimiento", aseguraba Alberto Tobes, técnico del Consejo Regulador.
Con esta situación generalizada, la brotación se está produciendo "muy bien, sana y fuerte", incluso con algo de adelanto sobre lo normal en la Ribera del Duero. Por ello, las labores de poda en verde ya han comenzado tímidamente en algunos territorios más adelantados de la DO, y se espera que se vaya generalizando poco a poco a lo largo de la próxima semana, "desde el este al oeste, de Valladolid a Soria" especifica Tobes, que es la tónica habitual en la zona. "Dependerá de dónde estén situadas cada una de las parcelas, ya sea en una vega o en un páramo, afecta mucho a los estados fenológicos, y si el tiempo se mantiene más o menos así", especificaba el técnico del Consejo Regulador después de realizar una completa inspección sobre el terreno de la DO para confirmar lo que apuntaban los datos meteorológicos.