Más quejas por malas contestaciones de los conductores de bus

C.M. / Burgos
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El servicio de Movilidad también es uno de las que más reclamaciones ciudadanas deja sin contestar en Burgos, cuando la obligación es hacerlo en un máximo de 15 días

Los principales enfrentamientos se producen cuando los vehículos no entran a la parada del HUBU. - Foto: Alberto Rodrigo

Las quejas por el mal comportamiento de los conductores y las malas contestaciones de los conductores de los autobuses urbanos aumentaron en el tercer trimestre del año, según se desprende del informe de quejas y sugerencias dado a conocer en la Comisión de Participación Ciudadana. 

Muchos de esos enfrentamientos con los usuarios fueron como consecuencia de que algunas de las líneas que pasan por el Hospital Universitario dejan a los pasajeros en la parada del polideportivo Talamillo y les indican que deben bajarse, cuando la parada final debería ser en el HUBU. Esto ocurre debido a que es una parada de origen y final de la línea, pero si el autobús llega antes de tiempo, no puede estacionar porque bloquea la parada, unido a que hay que dejar acceso a las ambulancias. 

Por otro lado, las obras realizadas para construir una nueva entrada peatonal para acceder a medicina nuclear provocó que durante varios meses se instalaron paradas provisionales en la avenida Islas Baleares y en septiembre y con la vuelta a la normalidad en las paradas del HUBU también se produjeron reclamaciones, puesto que hay dos líneas que en su sentido de subida no entran en el recinto cuando antes lo hacían. 

Desde el Servicio de Movilidad y Transportes argumentan que esta decisión se ha tomado en aras de mejorar la fluidez del tráfico en la rotonda y el tiempo de la línea. Al parecer, las formas o tonos empleados en la que advertían del hecho de que tenían que bajarse una parada antes no eran del agrado de los pasajeros y ello derivó en un aluvión de quejas. La concejala de Participación, Carolina Álvarez, subrayó que, una cosa es la circunstancia que complica que se complete la totalidad de la línea y otra «cómo se traslade al ciudadano». «Si las cosas se dicen con educación, el ciudadano no pondría las quejas», añadió. 

También se han registrado reclamaciones por los retrasos que sufren algunos recorridos, la falta de marquesinas o las averías de las rampas y la voz que alerta de las paradas, lo que dificulta la accesibilidad para determinados colectivos. La concejala lamentó el repunte de las quejas por el trato de los conductores cuando ya se había logrado reducir.

Paralelamente, la responsable de Participación Ciudadana subrayó que Movilidad y Transportes es una de las áreas municipales que más quejas deja sin contestar. De las 178 que se recibieron de julio a septiembre. 119 se quedaron sin respuesta. Bien es cierto que es una de las que más quejas suma. 

En este sentido, ha pedido a sus técnicos que corrijan esta situación, así como a los de Medio Ambiente al tratarse de la segunda que más reclamaciones suma. En este caso, los ciudadanos se quejan del estado de conservación de los contenedores, el escaso recorrido de aperturas y las ubicaciones de algunas de las islas. A ello se suma que se pide una mayor frecuencia en el vaciado de las papeleras, en la limpieza de las calles y en la eliminación de las malas hierbas en las baldosas. 

Participación. Álvarez aseguró que «no sobran» órganos de participación ciudadana como denunció esta semana Vox, su exsocio de Gobierno. En este sentido, indicó la necesidad de «estimular» la asistencia y participación en ellos. «Solo escuchando a la ciudadanía y sabiendo de sus necesidades es como se puede crear sociedad y gestionar políticas que mejoren».