Son una banda legendaria de la escena del garage rock patrio. Surgida en los 90, la formación asturiana contribuyó a convertir Gijón en el Seattle musical español. Doctor Explosión actúa mañana en Burgos (18:00 horas, Sala Riviera, entrada libre hasta completar aforo) con la misma frescura de sus inicios y con el orgullo de acabar de reeditar el que fue su primer y muy celebrado disco, Vivir sin civilizar. Jorge Muñoz, líder de la formación, sigue siendo soñador y rebelde: «Puede que la realidad no tenga nada que ver con la vida cotidiana y que la repuesta a tanto estrés digital sea un misticismo genuino en plan anacoreta rural, donde uno y su huerta le hacen frente al mundo, eso sí, rodeado de buenos discos de garage y soul», explica a este periódico. «Después de todo 'Vivir sin Civilizar' podría ser la respuesta post new age a tanta puñetera frivolidad y desatino vital. Y no deja de ser el grito desesperado de tres jóvenes alocados que no estaban a gusto con su realidad y buscaban a través del rock una forma de vida diferente donde encauzar sus inquietudes», subraya a propósito de la reedición de aquel disco, cuyas canciones desgranarán hoy para delirio de los amantes del rock.
«Será un concierto íntimo, a modo de actuación-charla. Haré algunas de estas canciones y otras nuevas en primicia, donde compartiremos reflexiones y locuras de nuestra experiencia vital. Cantaremos, charlaremos y nos abrazaremos como si nos hubiésemos conocido ayer mismo en un after, pero ojo, respetando el espacio vital», apunta el músico. La reedición de 'Vivir Sin Civilizar' le tiene loco, porque se ha publicado con varias mejoras «que hacen que se vaya a parecer más a lo que nosotros habíamos imaginado cuando lo grabamos en 1992. En su día el resultado no nos convenció y recompramos la licencia a Romilar-D para que no se editara más, y así pudimos guardarlo en un cajón hasta hoy. Ha sido algo mágico ver 32 años después cómo aquel primer disco se ha transformado y reinventado en un álbum que finalmente nos hace sentir a gusto».
Ahora, aseguran, «contiene toda la fuerza y salvajismo que cabe esperar; puro Doctor Explosión en sus inicios. 'Vivir Sin Civilizar' se mezcló por primera vez con las guitarras demasiado bajas para lo que se supone que es el sonido de una banda de garage, y la atmósfera del disco carecía de esa energía que queríamos transmitir. En esta nueva edición, que más que una reedición es una reinvención, las guitarras están más presentes sin perder por ello la calidad de la producción original. Además, el disco nunca se masterizó y esta vez se ha masterizado en Estudios Circo Perrotti».
Vivir sin Civilizar se edita bajo el sello Alan Smythee Records. «'Alan Smythee' es el pseudónimo que los directores de Hollywood utilizaban para firmar un trabajo con el que no estaban cien por cien de acuerdo. Y como el disco mantiene aquel sonido, aunque mejorado, de principios de los 90 como parte de su esencia (encanto), hemos decidido no alterarlo del todo y editarlo bajo este sello pseudónimo. El diseño de la portada en su momento tampoco nos convenció, así que para esta nueva portada a cargo de Marc Argenter hemos elegido otra foto diferente, pero de la misma sesión con el genial Luis Hevia en el cementerio de Gijón. La foto es más impactante aún y el diseño es al fin lo que buscábamos», concluyen.
Tras 8 LPs e innumerables singles, estos asturianos han consolidado su posición entre la crítica especializada, que valora y respeta su singular visión. «Su personalidad irrepetible, festiva e iconoclasta, junto a su profesionalidad impecable, los hace muy especiales en el panorama musical. El potente sonido garagero de Doctor Explosion, sus letras chispeantes y la capacidad mágica de hacer disfrutar a todos son su fórmula magistral del éxito underground». ¡Que suenen ya esas guitarras!
Un clásico. Del disco 'Vivir sin civilizar' se ha hablado mucho. Jorge Martínez (Ilegales) asegura que es un disco que destila calidad; por su parte, Esteban Hirchsfeld (Los Mockers, Gabinete Caligari) afirma que es «una colección de joyas en bruto con letras irreverentes, en la estela de los grandes clásicos de los años 60».