Dos semanas después de la puesta en marcha de la recogida de residuos puerta a puerta en más de 2.000 negocios de hostelería y comercio, los representantes de ambas patronales se reunieron ayer con el concejal de Medio Ambiente, Josué Temiño, para realizar una valoración del nuevo sistema y poner encima de la mesa los aspectos a mejorar. Entre estos últimos, destaca el de tratar de evitar que se acumule basura en torno a los contenedores del casco histórico al depositarse con excesiva antelación al paso del camino que lo retira.
«Hemos establecido unos márgenes y tiempos muy amplios que deben acotarse», explicó el edil, al tiempo que avanzó en este sentido que las «horas se ajustarán más por calles» con el fin de que el empresario sepa de forma más concreta el momento en el se produce la recogida para que saque de su establecimiento el cartón o los cubos de vidrio y orgánica con una anticipación mínima, aunque «siempre habrá un margen de decalaje». De igual forma, avanzó que, en el caso del papel y el cartón, se intentará reajustar su recogida para que esta pueda iniciarse antes de las doce de la mañana en algunas zonas. «El objetivo es que los residuos no estén en la vía pública», afirmó.
Los representantes de la Federación Provincial de Hostelería ven con buenos ojos ese «reajuste» de horarios para que «no se vean residuos en la ciudad a todas las horas del día», además de que se muestran más tranquilos respecto a una de las preocupaciones mostradas por los empresarios. «Existe cierto miedo a las sanciones», señaló su vicepresidente y representante de la Asociación de Bares y Restaurantes, Fernando de la Varga, quien también expuso al concejal los problemas que se están dando con el cambio o la llegada de los cubos a los establecimientos, así como con el reciclaje del plástico (...).
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