Durante los últimos años enMiranda se han impulsado multitud de inversiones empresariales. Sin embargo, no han destacado los proyectos destinados a ampliar la oferta hotelera. Hasta ahora. El GrupoTudanca pretende ampliar sus actuales instalaciones y sumar hasta 71 plazas, lo que supondrá un aumento del 12% sobre el total de habitaciones que tiene la ciudad del Ebro, según los datos abiertos de la Junta. A este proyecto se suma el de Beroil, que en su futura estación de servicio de Ircio se está planteando habilitar algunos huecos para pernoctar. Sin duda, ambas ideas reducirán el problema de alojamiento que sufre el municipio para acoger foráneos, aunque no llegarán a saciar toda la demanda que generan los grandes eventos.
Una de las principales citas es Ebrovisión. El portavoz de la asociación organizadora, Ramiro Molinero, reconoce que proyectos como el de Tudanca o Beroil «son un alivio, porque el festival siempre se ha quejado de las pocas habitaciones que hay aquí y el evento ha crecido, pero la ciudad no lo ha hecho en la misma proporción, por lo que es bueno que se den estos servicios para que no sea un motivo para que la gente deje de venir o no crezca el festival». Ahora bien, de las más de 20.000 personas que congrega este acto repartidas en cuatro días, «el 60% vienen de fuera», por lo que todavía faltarán alojamientos cuando se materialicen los planes que están sobre la mesa.
De hecho, durante las próximas ediciones Ebrovisión pretende «seguir la misma línea» que ha inaugurado en los últimos años para paliar este problema. Por un lado, Molinero apunta que «se va a continuar fomentando el cámping de lujo, porque ha funcionado bien y cada vez da servicio a más personas» y, por otra parte, reeditarán «los packs» en los que ofrecen pernoctaciones en Vitoria junto con viajes en autobús hasta Miranda. La solución de buscar camas más allá de las fronteras de la ciudad del Ebro no es exclusiva del festival, ya que en San Juan del Monte también suele ocurrir y parece que continuará pasando.
Bien lo sabe el expresidente de la junta directiva de la Cofradía que logró la declaración de Fiestas de Interés Turístico Nacional, Álvaro De Gracia. Según relata, durante los diez años que estuvo al frente de la entidad vio que «un mes antes de la celebración la ocupación hotelera es prácticamente total y es muy difícil encontrar habitaciones», por lo que hay casos como el de «charangas que se tienen que ir a dormir fuera de la ciudad». Asimismo, apunta que durante esos días se congregan «mirandeses que normalmente viven fuera y tienen otra residencia aquí o vienen a casa de sus familiares, e invitados que no suelen necesitar hoteles, pero también hay turistas como tal, incluso extranjeros, que tienen que organizarlo con mucha antelación para que no haya esos problemas para encontrar alojamiento».
Aunque, en realidad, el déficit de camas es tan alto que se nota más allá de eventos tan relevantes como Ebrovisión y San Juan del Monte. El portavoz del festival destaca que «siempre se intenta que Miranda sea un punto de encuentro y no un lugar de paso, pero la verdad es que no solo hay dificultades en eventos más multitudinarios, sino que también en el día a día es algo que se ve». A modo de ejemplo, Molinero explica que «hay empresas que sufren ese déficit de alojamientos y hay gente que se tiene que ir hasta Haro porque no tiene sitio en Miranda».
CD Mirandés. Uno de los grandes atractivos de la ciudad para captar foráneos es el fútbol. El CD Mirandés mueve a miles de personas cada temporada, aunque no todos pernoctan.El presidente de la peña Jóvenes Jabatos, Gonzalo Guinea, explica que «hace años equipos como el Dépor traían a mucha gente que solía quedarse en Haro o Vitoria», pero en la actualidad también se da la tendencia de que «aficiones con las que hay un hermanamiento vienen con todo muy bien previsto y además la mayoría no se quedan a dormir, es decir, igual vienen unos pocos el viernes y la mayoría el día del partido en autobús y cuando termina, se van».