Desde hace unas semanas, el Bosque de Matasnos, en Peñaranda de Duero, cuenta con nuevas 'inquilinas'. Se trata de unas vacas de la raza berrenda en colorado, que comparten finca con caballos, alrededor de 170 ovejas y un par de cerdos ibéricos. Lo hacen en un entorno rodeado de viñedos. Exactamente, de 74 hectáreas más otras 50 de agricultura. La convivencia se desarrolla en plena armonía. Porque aquí todos suman. Todos tienen su labor en aras de la sostenibilidad y, por tanto, todos contribuyen a dar vida a un proyecto de economía circular.
Su responsable, Jaime Postigo, defiende que "lo mejor es tener herbívoros en tu equipo de recursos humanos". Y él ya suma unos cuantos. Todos los animales comen en el bosque y deponen en el bosque, a la vez que limpian los matorrales. Después, compostan los raspones del viñedo con los desechos de unos y otros. ¿El resultado? Un proyecto de la tierra, resume Postigo, al tiempo que subraya la importancia de cuidar bien la naturaleza para lograr "suelos más completos, donde la uva se beneficia de forma clara". Ellos cultivan todo su viñedo en ecológico, sin pesticidas ni herbicidas, con su propio compost, lo que se traduce "en una calidad de suelo envidiable, orgánicamente hablando".
De hecho, este plan guiado por la autosuficiencia que han puesto en marcha en la bodega Bosque de Matasnos forma parte de un proyecto de investigación europeo con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Según detalla Postigo, se trata de "poner ciencia a todo lo que hacemos. Despierta interés como posible modelo a replicar", ya que, además, toda su necesidad eléctrica es 100% sostenible, gracias a una instalación de placas solares, y cuentan con dos sondeos y una balsa donde se acumula el agua de lluvia, que depuran para incorporarla a sus cultivos.
Mucho más que una bodega en plena Ribera del Duero - Foto: B.M.Postigo tampoco se olvida del colmenar que 'vive' en el Bosque de Matasnos y que cuenta con unas 80 colmenas, formadas cada una por entre 30.000 y 50.000 abejas. "Son también parte de nuestros recursos humanos porque trabajan en beneficio de la biodiversidad", remarca. Vamos, que este bosque es una fuente inagotable de recursos naturales que se aprovechan al máximo.
Y, si todo marcha según lo previsto, el objetivo es que la 'familia' siga creciendo. A su responsable le gustaría aumentar a 200 las ovejas, pasar de dos a 20 cerdos, igual cifra para las vacas, y sumar un rebaño de cabras. Así, además, se reduciría el riesgo de incendios. Y ya cuenta con una parcela experimental de pistacho, nogal y almendro. ¡Ah! Y una trufera.
Más inversiones en marcha. En paralelo, crece su apuesta por las viñas, ubicadas en zonas altas de Ribera del Duero. De las 4 hectáreas con las que arrancaron en 2007 han pasado a 74 en la actualidad. Desde mayo se encuentran construyendo su bodega dentro de la finca y Postigo aspira a elaborar allí la vendimia de 2024. Cuando acaben las obras, prevé plantar 50 hectáreas más.
Mucho más que una bodega en plena Ribera del Duero - Foto: B.M.No obstante, admite que los inicios han sido "muy duros". Hasta 2009 no tuvieron su primera cosecha y empezaron a facturar en 2012. "Fue como una travesía en el desierto". Con tiempo y esfuerzo han pasado de 74.000 a 300.000 botellas y suman seis referencias, tres al amparo de la DO Ribera y otras tres como Tierra de Castilla y León. En 2024, además, darán el salto hacia el enoturismo con la meta de que todos disfruten "de la belleza de nuestro paraje".