La mucha oferta y la poca demanda para acceder a un piso de alquiler no se circunscribe solo a la capital, sino que ha llegado también -y con la misma fuerza- a otros puntos de la provincia. Es el caso de Miranda de Ebro, municipio en el que el año ha terminado con un incremento del precio del metro cuadrado del 6,8%. A 1 de enero se pagan de media 7,5 euros/m2, una cifra que se queda muy cerca del máximo histórico alcanzado el pasado junio (7,7 euros).
Aranda de Duero ha logrado, por contra, mantener su mercado inmobiliario en unos niveles similares a los del 2022. En los últimos doce meses el valor del suelo apenas ha crecido un 0,5%, aunque ha sido un ejercicio de grandes vaivenes. Los 6,6 euros/m2 se quedan lejos de los 7,3 euros/m2 de la máxima histórica, cifra que no obstante se alcanzó en agosto de este curso. En el conjunto de la provincia, los inquilinos abonan un promedio de 654,5 euros (7,7 euros/m2), un 5,6% más que a comienzos de 2022. El 2023 ha cerrado en su tope, que se alcanzó en agosto.
A nivel nacional, en 49 de las 50 provincias que conforman España se han reportado incrementos en el precio del alquiler. La subida más grande se ha producido en Segovia, donde el metro cuadrado se ha disparado un espectacular 21,8%. También han sido relevantes las subidas registradas en las Islas Baleares (18,3%), Santa Cruz de Tenerife (17,7%), Valencia (16,8%), Alicante (15,1%), Málaga (13,6%), Barcelona (12,1%) o Madrid (11,9%). La única caída se ha producido en Lleida, donde el metro cuadrado para arrendamiento retrocede un 6,8% en los últimos doce meses.
En el conjunto del territorio nacional, el precio del alquiler de viviendas aumentó el año pasado un 10,1%. A cierre del mes de diciembre, arrendar una casa o piso en nuestro país tenía un coste de 12,1 euros por metro cuadrado, una cifra que es un 2,7% más elevada que la registrada al cierre del tercer trimestre.