Lo de reducir las fiestas de San Pedro a una semana es algo que el anterior equipo de Gobierno, encabezado por los socialistas, ya puso sobre la mesa e incluyó en su programa electoral. En lugar de que los Sampedros ocupen dos fines de semana a costa de que muchos días apenas haya actividades, el PSOE planteó fijar unas fechas estables en el calendario y que no sobrepasaran los siete días. Por eso esta mañana la concejala Blanca Carpintero ha manifestado que le parece "una buena idea" el modelo en el que trabaja el actual equipo de Gobierno de PP y VOX y que adelantó el viernes este periódico.
"Nosotros ya apostábamos en julio por una cabalgata nocturna", ha añadido sobre otra de las ideas que se están estudiando para los próximos Sampedros, aunque siempre y cuando se cumplan algunos requisitos. "Nos parece muy bien, pero con una condición: que nuestras ideas sean respetadas dejando San Pedro en una 'semana grande' con el mismo presupuesto, porque no queremos unas fiestas de medio pelo", ha manifestado.
Como en su momento su propuesta no salió adelante, la edil se ha preguntado por la postura de algunos de los que participaron en la comisión de fiestas que se celebraron durante el anterior mandato y que ahora ocupan otros cargos. "Me pregunto qué opina ahora el concejal Fernando de la Varga, porque cuando era el presidente de los hosteleros puso el grito en el cielo cuando le planteamos prescindir de un fin de semana". Sugerencia socialista es también, según Carpintero, que el Día de las Peñas se celebre un sábado en lugar de un domingo, algo a lo que siempre se han opuesto las peñas.
Por último, la concejala ha solicitado que los trajes de los danzantes se arreglen o se confeccionen nuevos porque el atuendo no presenta la calidad que debe. "Por presencia e higiene, pido a la Gerencia de Cultura que solicite al Taller de Costura esta labor, para la que el verano pasado dejé instrucciones de que se llevara a cabo pero en el Ayuntamiento no se ha hecho nada".
Carpintero ha hecho estas declaraciones a la vez que hacía un balance de la programación y las luces de Navidad que, a su juicio, ha sido "triste, desangelada y de mal gusto".