Un baño solo para valientes. Esa frase se debería colocar durante estos días en las piscinas de verano de San Amaro. Abrieron el pasado sábado y tan solo unos pocos han osado entrar en el agua. Las bajas temperaturas que se han registrado en estos días de junio dificultan mucho la afluencia de usuarios. Ya no solo de bañistas. Ayer únicamente un hombre tomaba el sol y dos jóvenes se zambulleron en la fría cristalinidad de la piscina.

Samuel y Jairo salieron del recinto cubierto en busca de nuevas sensaciones, desafiaron al viento que corría libre a primera hora de la tarde y, previo pensamiento de si de verdad estaban haciendo lo correcto, se tiraron a nadar de escalera a escalera, cruzando el diámetro del círculo azul. «Está un poco fría pero se está bien», comentaba Jairo. No tardaron más de cinco minutos en salir para, tiritando y con la piel erizada, volver al espacio interior. «Dentro se está más acompañado, así que nos volvemos», apuntaba Samuel.

Lo cierto es que estos días apenas se han visto bañistas. Las puertas exteriores se abrieron el pasado sábado 8 y entre las tormentas y las bajas temperaturas han complicado mucho la afluencia de gente dispuesta a darse un chapuzón. «El sábado que era el primer día se puso a granizar y como no había nadie al final tuve que cerrar. Y el domingo también, no puedo estar todo el día tirando bocadillos», apuntaba Óscar, que regenta el bar de las piscinas Marta Fernández.

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