Aunque no ha sido un proyecto económicamente elevado, la renovación de la red de abastecimiento de Covarrubias, en su primera fase, ha venido a solucionar el grave problema de fugas que desde hace años sufría la villa rachela. Las obras, cofinanciadas por el Ayuntamiento y la Diputación de Burgos, se han enmarcado dentro de la convocatoria destinada a la mejora del ciclo del agua y han tenido un presupuesto de 40.000 euros, de los que 31.000 ha aportado la institución provincial.
El cambio de la red se ha centrado en las calles Divino Valles y Rodríguez de Valcárcel, desde el arco del Archivo del Adelantamiento, hasta la plaza de Doña Urraca o plaza mayor de la villa, en la que se encuentra el edificio municipal, y su entorno más próximo.
Aunque la idea es continuar el próximo con la renovación de la red en otras calles y plazas rachelas, en función de la disponibilidad económica que tengan las arcas municipales y las ayudas, el Ayuntamiento consideró urgente iniciar la renovación por la zona más céntrica del peculiar casco histórico rachel.
Antes de verano, se realizó un estudio para ver las zonas en las que las viejas tuberías de fibrocemento estaban en peor estado y provocaban la pérdida de cantidades importantes de agua. Para ello se introdujo una cámara que fue fotografiando la red para determinar luego las actuaciones.
Las características patrimoniales y de protección de Covarrubias también han tenido su incidencia en las obras. Así, se tuvo que levantar todo el adoquinado de las plazas y calles afectadas para abrir las zanjas, y posteriormente, una vez sustituidas las viajes tuberías de fibrocemento por las nuevas de PVC, se ha vuelto a colocar el suelo, lo que ha sido una labor lenta y minuciosa, según explica el alcalde de la villa, Óscar Izcara.
Aprovechando las obras de renovación de la red, Izcara recuerda que se han instalado tres nuevas farolas en la zona del parking que estaba prácticamente a oscuras; el coste lo ha asumido el propio Ayuntamiento.
Por otra parte, ya han finalizado la obra de rehabilitación de las viejas escuelas. No se ha actuado en la totalidad del edificio, sino en una parte para dotar a la localidad de una sala multiusos, a la vez que la obra ha servido para salvar el edificio que amenazaba con caerse. El proyecto ha sido subvencionado por el grupo de Acción Local Agalsa, que ha aportado 160.000 euros, y otros 50.000, a cargo del Ayuntamiento. Después de cerrar la escuela, el inmueble albergó la biblioteca municipal y guardería.