La «imposibilidad» de conciliar la vida familiar o personal con la laboral llevará a los 39 empleados de Señalizaciones Villar a una huelga indefinida a partir del próximo lunes 12 de agosto. Así lo han decidido en una asamblea informativa tras numerosas reuniones con la empresa y una intermediación del Serla.
Según explican desde los sindicatos UGT y CGT, el servicio 'retén' es la principal causa del conflicto. Aseguran que Señalizaciones Villar «lo ha impuesto como obligatorio a todo el personal», por lo que los empleados deben estar a disposición de la firma entre las 23 horas de la noche y las 7 de la mañana del día siguiente.Todo ello después de haber completado su jornada laboral. «La empresa, en lugar de garantizar el servicio contratando a más vigilantes que realicen el turno de noche por las carreteras de la provincia, se ahorra su sueldo, pagando una pequeña prima que no compensa el sacrificio de estar todas esas horas pendientes. Los fines de semana y festivos la situación es peor, pues los trabajadores de Villar deben estar disponibles jornadas de 12 horas, de las 20 del sábado o domingo a las 8 horas del día siguiente», denuncian.
Es por ello que tanto el personal de la base operativa de Frandovínez como el de Aranda han decidido emprender el camino de la huelga.Apuntan que, durante el desarrollo de su desempeño, sufren condiciones climatológicas adversas a pie de calzada y un alto riesgo de siniestralidad laboral, todo ello dentro de una actividad «no especialmente bien retribuida».
Señalizaciones Villar se adjudicó en septiembre de 2019 el contrato de conservación y mantenimiento de las carreteras del sector BU-06 en la provincia por 10 millones de euros. Su ámbito de actuación va desde el tramo burgalés de la A-62 a diversos de la N-120, la A-11, la N-122 o laN-I.