De lo que se prevé a lo que finalmente se recauda suele haber una diferencia considerable. Así sucede año tras año con los presupuestos elaborados por el Ayuntamiento de Aranda de Duero. En ninguno de los últimos siete ejercicios se ha cumplido el pronóstico y los ingresos netos que han entrado en las arcas municipales por los grandes impuestos, es decir, el IBI rústico y urbano, vehículos de tracción mecánica, plusvalías, el impuesto sobre actividades económicas, la tasa por abastecimiento de agua y saneamiento y la correspondiente al aparcamiento (zona azul), distan bastante de las estimaciones. Sólo en el periodo que abarca 2020, 2021 y 2022, el desfase acumulado supera los 2,8 millones de euros.
Según el estado de ejecución de ingresos del Consistorio de la capital ribereña, en 2020 estaba previsto ingresar 16.291.500 euros por los principales impuestos (si se incluyen todos los tributos la cifra asciende a 30.265.756 euros). Sin embargo, la recaudación neta se quedó en 14.918.521 euros, por lo que el desajuste se eleva a 1.372.979 euros. Un año después, en 2021, la diferencia se ajustó y, de hecho, este terminó como el ejercicio con un menor desfase: 589.982 euros fruto de restar los 16.195.000 euros de previsión de la recaudación efectiva de 15.605.018 euros.
Mientras, en 2022, el desajuste volvió a crecer. Esta vez, el pronóstico recogido por el Ayuntamiento de Aranda ascendía a 16.311.000 euros, de los cuales 9,7 millones procedían del IBI urbano y 1,4 del impuesto sobre actividades económicas. Sin embargo, en las arcas municipales acabaron entrando 15.444.561 euros. Si se analiza capítulo por capítulo, destaca lo sucedido con las plusvalías: frente a los 200.000 euros que se preveía recaudar, finalmente se ingresaron 557.859 euros. No sucedió lo mismo con el IBI rústico, ya que el pronóstico de 531.000 euros quedó en 430.388 euros de ingresos netos. Mayor resultó el desajuste en lo relativo al impuesto sobre los vehículos de tracción mecánica. Y es que la recaudación fue de 1.447.511 euros pese a que en las estimaciones se apostaba por 1.720.000.
Esto en lo que respecta a 2020, 2021 y 2022. Ahora bien, sucedió algo similar tanto en 2016, con un desajuste de 897.129 euros; como en 2017; con 1.259.725 euros de diferencia; en 2018, con un desfase de 1.704.619 euros y en 2019, con otros 933.775 euros (únicamente incluyendo grandes impuestos).
¿Y este año? En la recta final de 2023, año en el que la previsión inicial se sitúa en 17.333.000 euros, destacan al menos dos cifras. Por un lado, que apenas se han cobrado 13.295 euros por la tasa del agua y saneamiento a los domicilios de los 2,3 millones previstos, lo que ha generado un 'agujero' considerable en las arcas municipales. Este problema, agravado por la falta de personal, se espera resolver a principios de 2024 con la contratación de varios trabajadores que retomarán la lectura de los contadores.
Mientras, según los datos del estado de ejecución de ingresos a mediados de noviembre y a la espera de finalizar diciembre, por la zona azul ya se han recaudado 467.528 euros, es decir, 87.528 euros más de lo que el Ayuntamiento de Aranda había calculado para todo 2023.