Los trenes averiados esta semana se probaron en Burgos

I.E. / Burgos
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Los Avril S106 circularon por la vía del AVE antes de que la línea se estrenara e incluso después. Ahora el Ministerio y Renfe van a pedir compensaciones a Talgo por el caos vivido en Chamartín

Los trenes averiados esta semana se probaron en Burgos

Los burgaleses se acordarán de que  antes de su estreno en el verano de 2022, la línea de alta velocidad entre Burgos y Valladolid sirvió de banco de pruebas para que Talgo pusiera a punto un nuevo modelo de tren, el Avril serie 106 (S106), que son los que están dando tantos problemas esta semana en las distintas rutas que oferta Renfe. Han provocado tal colapso en la estación de Chamartín que la empresa pública y el ministro de Transportes, Óscar Puente, han salido a la palestra para culpar a Talgo y para exigirle compensaciones por las averías que han retrasado los viajes de tantos y tantos españoles en estas vacaciones veraniegas.

A los afectados les ha hecho la puñeta, qué duda cabe, pero a los burgaleses, cuando menos, les ha llamado la atención que el modelo que tanto circuló desde Burgos a Valladolid antes de la llegada de la alta velocidad a la estación Rosa Manzano esté ahora en el ojo del huracán. Es más, aquellas pruebas, con velocidades cercanas a los 300 kilómetros por hora, desmentían las explicaciones que daba Adif para justiciar el retraso de la puesta en funcionamiento de la línea. Por un lado, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias explicaba la demora en que todavía no se habían implementado todas las medidas de seguridad, como el sistema de señalización definitivo. Sin embargo, ya había trenes circulando a toda velocidad por las vías, aunque fuera sin pasajeros. Algo no encajaba. Parecía que Adif estaba más interesado en que la línea sirviera de pista de entrenamiento en lugar de que entrara de una vez por todas en servicio. 

Fue en noviembre de 2020 cuando se supo que los Avril S106 iban a 'volar' por las vías de la provincia de Burgos aprovechando que la infraestructura aún no tenía circulación comercial. De hecho son el modelo más moderno y veloz de Talgo, pues llega a los 360 kilómetros por hora.

Y fue el viernes 9 de abril de 2021 cuando empezaron esas pruebas en la línea Venta de Baños-Burgos.  Esos ensayos, afirmaba Talgo en aquella época, eran «un paso decisivo en la validación técnica previa a la puesta en servicio por parte de Renfe». La empresa había fabricado 30 trenes con capacidad de hasta 581 plazas cada uno.

Las pruebas no duraron ni uno, ni dos ni tres meses. Se alargaron hasta el mes de enero de 2022, mientras la línea seguía vetada para los pasajeros. Y no solo eso, una vez estrenada la línea y puesta en servicio para viajeros Talgo continuó testeando sus 'superAVE' en dicha línea, lo que tampoco sentó nada bien en Burgos. El déficit de servicios era patente, se quejaban los usuarios. Y, sin embargo, una empresa podía seguir haciendo pruebas porque la línea estaba infrautilizada.

El pasado lunes, un tren Avlo que viajaba desde Valencia Joaquín Sorolla a Madrid Chamartín Clara Campoamor sufrió una avería en el sistema de alimentación eléctrica a la entrada de la estación de Chamartín. Esta incidencia, que afectó a los 494 pasajeros a bordo que estuvieron durante más de dos horas sin electricidad en el tren, provocó la rotura de las ventanas por parte de algunos viajeros por el excesivo calor que estaban pasando. Esta avería se unía al incremento de incidencias técnicas en los trenes S106, por lo que Renfe considera emprender acciones por responsabilidad contractual y extracontractual contra Talgo.

Tendrán fallos, sí, pero no será por el tiempo que pasaron a prueba en la provincia de Burgos.