Para un diseñador industrial habituado a trabajar con las formas y los volúmenes era cuestión de tiempo que su pasión por el arte saliera a flote más pronto que tarde y que lo que en un primer momento había comenzado como un hobby se acabara transformando en una profesión. Ese fue el proceso que vivió Carlos Otal hace apenas cinco años cuando comenzó a compaginar su empleo en una empresa constructora de Burgos con el ansia y la inquietud de crear esculturas, una vocación que siempre había tenido y que ha terminado haciendo realidad.
«El arte me ha interesado desde niño. Siempre estaba haciendo dibujos, figuras... Dos años antes de la pandemia empecé con cursos de diseño, de soldadura y de tratamiento de imágenes para centrarme en la escultura, algo que durante la covid pude ya desarrollar y empezar a aplicar lo que había aprendido para hacer obras de calidad», explica Otal, quien reconoce que todo su tiempo libre lo dedica a crear y moldear porque es algo que le llena al cien por cien.
El método es simple. Su cabeza genera una idea, la plasma en un dibujo y después la traslada a programas de diseño 3D, primero en el plano artístico (que son los que ayudan a hacer las formas y los volúmenes) y después en el plano técnico, donde el volumen creado previamente se lleva a planos en 2D, que se pueden cortar, plegar y soldar hasta convertirlos en grandes y maravillosas creaciones.
Como materiales siempre utiliza chapa de aluminio y de acero, a los que da formas artísticas. «El aluminio me permite dar acabados sinuosos y con mucho detalle al ser un material más blando, mientras que si quiero hacer una escultura con las caras más planas, facetadas, donde se vea más ese trabajo de chapa plegada, lo hago en acero porque permite respetar esas aristas angulosas», subraya este artista, que no solo realiza escultura figurativa sino también abstracta.
La escultura más reciente que ha salido del taller de Carlos Otal (Otaru) ha sido un encargo de la empresa constructora RFS y se encuentra ubicada en sus oficinas de la calle Cervantes, en Burgos. En ella se puede ver a dos técnicos de la construcción a tamaño real, un hombre y una mujer, trabajando con unos planos de obra. Diseñada bajo el método de modelado 3D 'low poly', ha sido fabricada en aluminio alternando procesos industriales con técnicas manuales.
Su modo de trabajar lo diferencia y de sus dedos de artesano nacen esculturas de formas caprichosas y de una belleza delicada. Sus piezas, de hecho, ya han participado en distintos concursos y han sido seleccionadas para formar parte de exposiciones en Madrid, una de ellas bajo el título de 'Animales', que organizó la Asociación española de Pintores y Escultores; otra de arte abstracto y una tercera, 'Espacio Cómplices', en Lavapiés. En este momento, Carlos Otal trabaja en un encargo de una escultura para un restaurante de Valencia y mantiene contactos con un ayuntamiento de Toledo para una pieza de un guitarrista reconocido fallecido recientemente.