Los médicos de Atención Primaria de la capital son los que más consultas pasaron mediante peonadas en toda Castilla y León entre primeros de abril y finales de julio de este año: 11.749, según datos de la Consejería de Sanidad. Ninguna ciudad -ni siquiera las tres más equiparables a Burgos por tamaño y población- iguala este volumen de pacientes atendidos después de la jornada ordinaria de trabajo, en las cuatro horas 'extra' por las que la Consejería de Sanidad abona una cantidad concreta (322 euros) a cada facultativo que, siempre de forma voluntaria, quiere trabajar más. De hecho, Valladolid es la capital con mayor número de centros de salud urbanos (20, frente a los once de Burgos o Salamanca), pero en los cuatro meses referidos sus facultativos apenas dieron 911 citas mediante autoconcertación (que es la denominación técnica de las peonadas).
Los datos de los centros de salud del municipio de Burgos, que Sanidad ha hecho públicos tras una pregunta específica en las Cortes, son relevantes por lo abultado del número, pero también porque esa cantidad de «citas vistas en agenda de jornada extraordinaria de médico de familia» no parece haber provocado una mejora significativa de la reducción de las demoras medias que han de soportar los pacientes para ser vistos en la consulta. Siempre según datos de la Consejería de Sanidad, el mes con mayor número de citas extraordinarias (julio, con 4.547 en la capital y ninguna en los centros de salud rurales) los burgaleses asumían una espera media de 2,53 días para que su médico los atendiera. Es un día más de lo que aguardaba un paciente de Valladolid, donde sus facultativos solo citaron a 255 personas con este mecanismo.
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