Los visitantes del espacio natural Hoces del Alto Ebro y Rudrón tendrán que pasar otro verano sin un centro de referencia al que poder acudir para recabar información o documentar su recorrido. Las obras de la Casa del Parque que la Fundación del Patrimonio Natural ha previsto en Quintanilla Escalada finalizaron hace casi año y medio, también con retraso, pero el interior aún está vacío, salvo la última planta del antiguo seminario, habilitada como sede de la Guardería Forestal, y el proyecto de contenidos expositivos sin redactar.
La apertura se anunció inicialmente para julio de 2024. Sin embargo, se ha retrasado sine die. Según explican desde la propia Fundación, se presentó una primera versión para la dotación de los espacios del centro que quedó descartada. «Consideramos que podía ser más ambiciosa a nivel expositivo», apuntan, por lo que decidieron concurrir a los Fondos Feder en busca de más dinero. Ahora, una vez obtenida esa financiación, se ha comenzado a diseñar la actuación con los contenidos, equipos, estructuras a instalar, recursos interactivos, guiones de audiovisuales, etc. Posteriormente habrá que plasmarla en un proyecto de ejecución y sacarlo a licitación, no antes de enero, para elegir una empresa.
No ofrecen desde la Fundación una fecha estimada de apertura ni tampoco un cálculo del coste, pero será prácticamente imposible contar con ello antes de verano. Como muestra, el pliego que acaba de salir a concurso para la actualización y modernización de la dotación expositiva de la Casa del Parque del Sabinar y La Fuentona, en Muriel de la Fuente (Soria), por 358.915,12 euros y con 8 meses de plazo.
Quintanilla Escalada denuncia que los camiones con material y escombros han destrozado la única entrada y salida al pueblo. - Foto: Luis López AraicoEl centro interpretativo burgalés ocupará la mayor parte del inmueble del siglo XIX que antes fue colegio, seminario y albergue juvenil, titularidad de la Fundación Julián Díaz de Bustamante y rehabilitado por Indesfort Soria por 1,721 millones de euros, una cantidad sensiblemente inferior a la que la Junta había barajado para esta Casa ya en 2010 (se adjudicó en marzo de 2020). La planta baja tendrá, según los planes iniciales, recepción, sala de espera y una tienda verde, mientras que las dos primeras plantas estarán dedicadas a esa exposición sobre las Hoces del Alto Ebro y Rudrón. También dispone de un salón de actos, sin equipar.
Cables y tubos al aire. El alcalde de Quintanilla Escalada sostiene que la obra tampoco «está terminada» de muros para afuera, con un cableado sin soterrar que afea la plaza en la que se han consolidado los restos de la ermita de San Román y otros remates pendientes, como tubos al aire y una enorme farola sin conectar. José Enrique Díez añade los daños colaterales en el pavimento de varias calles, por los que la junta vecinal reclama casi 95.000 euros, y de los que la Consejería de Medio Ambiente se ha desentendido.
Por ello ha iniciado un expediente de responsabilidad patrimonial contra la Fundación Patrimonio Natural por entender que el paso de vehículos pesados y maquinaria durante las obras de rehabilitación del antiguo seminario ha producido «un deterioro generalizado del pavimento», con varios hundimientos, que obligará a demolerlo y sustituirlo por uno nuevo. Según el alcalde, los daños más graves se localizan en la principal calle de entrada y salida a Quintanilla Escalada, junto al puente de la N-623 que cruza el Ebro. Asegura Díez que los camiones cargados con los escombros «patinaban» en esta cuesta y terminaron por reventarla.
El alcalde señala el cableado que afea la plaza y las vistas del Cañón del Ebro. - Foto: Luis López AraicoLa Administración regional encargó a los arquitectos redactores del proyecto de la Casa del Parque un informe de contestación. Según las fuentes consultadas, el mismo concluye que estos desperfectos «no se pueden achacar a la obra de rehabilitación sino a la baja calidad de los materiales de pavimentación y al uso», explican, para añadir que la Junta Vecinal no ha aportado fotografías o documentación que permitan acreditar cómo se encontraban anteriormente.
Tampoco comprenden las quejas de la entidad local, ya que además de no haber causado ningún trastorno, según la versión oficial, han adecuado el entorno con el adoquinado de una calle y la consolidación de las ruinas de la ermita de San Román.