El niño de 9 años fallecido en la piscina de Poza de la Sal el pasado 19 de julio murió a causa de un choque térmico, lo que popularmente se conoce como un corte de digestión, tal y como apunta la autopsia. Según han informado desde la Guardia Civil a este periódico, "nadie fue responsable" de este suceso y se ha descartado el ahogamiento. Ya se ha cerrado el atestado y se ha enviado al juzgado de Briviesca.

Desde el Ayuntamiento de la localidad también desean agradecer "la colaboración de todas las personas que se encontraban en las piscinas el día del terrible suceso". "No queremos olvidarnos de nadie, en primer lugar a nuestros vecinos, que desde ese día no han dejado de apoyar a la familia, a la Guardia Civil, que intervino esa tarde, Irene Cortés, directora general del 112 y Protección Civil, sanitarios que vinieron desde el centro de salud Bureba y 112, equipo de psicólogos que se desplazó hasta Poza, a nuestros taquilleros Rodrigo, Clara y Julen, socorristas Nahia, Carlos y Maitane, así como los profesionales Amaia, Lorena, Vicente, Patricia y Joana que se encontraban ese día en las piscinas y trataron de reanimar al pequeño desde el primer momento", expone Domingo Núñez, el alcalde.

La sala de operaciones del 1-1-2 de Castilla y León recibió una llamada el pasado 19 de julio, a las 19.38 horas, solicitando asistencia para un menor que la socorrista del recinto había sacado al momento del agua pero inconsciente. Dos enfermeras y un agente de la Policía Local intentaron durante más de 40 minutos reanimarle sin éxito con un desfibrilador, tal y como contó este periódico. El suceso conmocionó al pueblo y por ello ahora el Ayuntamiento ha querido expresar su agradecimiento y orgullo por "todas las muestras de cariño" recibidas en este tiempo.