El Ayuntamiento de Burgos ha secundado el minuto de silencio convocado por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) en memoria de los dos guardias civiles asesinados en Barbate (Cádiz) tras ser arrollados por una narcolancha.
El emotivo acto ha tenido lugar a las 12 horas en la Plaza Mayor y ha contado con la presencia de la alcaldesa, Cristina Ayala, y diferentes miembros de la Corporación. También han acudido el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, o el consejero de Empleo, Mariano Veganzones, así como representantes de la Junta y la Diputación y ciudadanos y funcionarios municipales.
La alcaldesa condenó "un acto tan brutal realizado de una manera impune". "Es momento de homenajear a quienes pierden su vida velando por la seguridad", indicó, al tiempo que pidió la condena para los autores y al Ministerio del Interior que "refuerce" la seguridad en una "zona tan complicada".
Por su parte, el vicepresidente de la Junta aprovechó también el acto para mostrar "su condena y rechazo", al tiempo que reclamó la dimisión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. "Acumula un nuevo motivo para dejar el Gobierno. No hay derecho a que nuestros cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado estén tan desprotegidos contra los narcos. La reivindicación de mejores equipos para combatir el crimen es justa".