La ampliación de la Denominación de Origen Arlanza es un proyecto en el que viene trabajando el consejo regulador desde hace varios, años, con el objetivo de sumar nuevas hectáreas que den un empujón definitivo a la zona, con una tradición vitivinícola que se remonta al siglo X. A lo largo de ese tiempo, se han ido poniendo sobre la mesa varias localidades, en función del propio interés mostrado en ellas, para hacer efectiva esa incorporación. De hecho en el año 2017 la propuesta de ampliación era más amplia que la que finalmente se ha remitido al Centro Tecnológico Agrario y Agroalimentario, Itagra CT, organismo al que se ha encargado llevar a cabo los estudios pertinentes para avalar esa ampliación y trasladar sus informes a los organismos que, definitivamente, tienen que dar el visto bueno.
Así, entonces eran 14 los municipios propuestos, enclavadas en la llamada subzona del Arlanzón, como Pampliega, Belbimbre, Barrio de Muñó, Mazuela, Presencio, Olmillos de Muñó, Villaldemiro, Villaquirán de los Infantes, Villaverde Mogina, Villazopeque, Ciadoncha, Palazuelos de Muñó y Santa María del Mercadillo. Esa primera lista ha quedado reducida a estos últimos cuatro municipios burgaleses, mientras que la de Palencia sigue apostando por los mismos que ya estaban propuestos hace siete años, Alba de Cerrato, Castrillo de Onielo y Vertabillo, aunque en este caso podría haber un cambio ante el interés mostrado también por parte de Cevico la Torre.
Por lo que respecta a Santa María del Mercadillo, es el único municipio alejado del territorio central de la DO, ya que se encuentra ubicado entre las dos denominaciones, Ribera del Duero y Arlanza y, de hecho, ya intentó en varias ocasiones formar parte del territorio vitivinícola de la primera.
El presidente del consejo regulador, Ramiro García, confía en que los estudios definitivos sean positivos, como lo están siendo los preliminares, y avalen la ampliación a esos 4 municipios burgaleses y los 3 palentinos, porque eso supondrá incrementar las hectáreas y será un efecto llamada para que nuevas poblaciones quieran formar parte de la misma y que sea caldo de cultivo para que jóvenes viticultores apuesten por recuperar viñedos -uno de los objetivos de la DO- y llevar a cabo nuevas plantaciones.
Además, García se refiere a la relación de las localidades propuestas con el territorio vitivinícola del Arlanza en cuanto a la tipología de los suelos, la climatología, tanto por lo que respecta a precipitaciones como temperaturas, la altura en la que se enclavan los viñedos, las variedades cultivadas y en los aspectos enológicos como porcentaje varietal, rendimiento del viñedo, analítica básica y sensorial y resonancia magnética. Todos esos parámetros están siendo objeto de estudios minuciosos en todas la cada una de las localidades que quieren incluirse en la DO con el fin de demostrar que son una continuidad natural de la zona y que no modifican el vínculo con la comarca geográfica ni las características de los vinos elaborados. De hecho, García destaca que los pueblos que piden esa inclusión tienen una larga trayectoria en el cultivo y elaboración de vino y disponen de viñedos en producción y de bodegas elaboradoras en alguno de los casos, caldos amparado por el IGP Vinos de la Tierra de Castilla y León.
Evolución positiva. Además, el presidente del consejo se refiere al incremento en los últimos años del número de bodegas en la DO, hectáreas -que vienen a rondar las 400 actualmente- contraetiquetas, ventas e, incluso, las exportaciones; en cuanto a estas según se explica en la propuesta remitida al Itagra, subieron tres puntos, pasando del 12 al 15% desde 2019 a 2021. Además, destaca que a pesar de la crisis en el sector del año 2020 a consecuencia de la covid, todos esos datos han evolucionado positivamente.
En todo caso, el presidente del consejo se muestra cauto y no quiere lanzar las campanas al vuelo por se pudiera desestimar la incorporación a la DO de alguno de los pueblos. Además, explica que la Junta ha recortado el presupuesto para el estudio, por lo que buscarán ayudas en las diputaciones de Burgos y Palencia.
Una vez que el Itagra presente el informe con sus conclusiones, el consejo regulador debe remitirlo al Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) que deben dar el visto bueno. Después tiene que ser la Ley de la Viña y el Vino quien certifique que se cumplen todos los requisitos y, en última instancia, quien tiene que aprobar la ampliación es la Unión Europea.