El desfiladero de la Yecla, enclavado en la Peña Cervera, amplía su actual longitud de 1,2 kilómetros hasta los 3,5 y se abre a un paisaje menos abrupto, pero igualmente interesante. El proyecto de mejora y adecuación de este espacio, en el corazón del Parque Natural Sabinares del Arlanza-La Yecla, tiene dos objetivos claros: garantizar la seguridad de los visitantes y conectar el desfiladero con Santo Domingo de Silos para dar mayor impulso turístico a la villa.
Las obras que se están rematando esos días, con la intención de abrir a primeros de marzo los nuevos tramos ejecutados, se planificaron con ese fin, de tal manera que el primero objetivo se consigue anulando tanto el acceso actual al desfiladero como el de salida, ambos hasta ahora por la carretera BU-910, lo que suponía un peligro constante para los turistas. No se cierran definitivamente, sino que se dejan como puertas de emergencia con la posibilidad de abrir desde el interior por si fuera necesario una evacuación en ambulancia, por ejemplo.
La entrada al desfiladero se contempla -de hecho ya está operativa- desde el aparcamiento construido en 2020 en la explanada junto al nuevo restaurante. Pero esta no se plantea como la única posibilidad, sino que el recorrido puede iniciarse también desde el aparcamiento de Silos, logrando de esta forma hacer viable la segunda pretensión, la de integrar el actual camino agrícola, que transcurre paralelo al río Mataviejas, como senda natural integrada en el parque.
Dos paneles informativos, uno en cada estacionamiento, conformarán la señalética principal, con las zonas de interés del recorrido, nivel de dificultad y duración del trayecto (aproximadamente una hora y media), salpicado por otra señalización de aviso que marcará el lugar donde se está y la distancia que queda al siguiente punto.
La idea inicialmente prevista en el proyecto redactado por los técnicos de la Fundación de Patrimonio Natural de la Junta de Castilla y León era ejecutar un recorrido circular, pero la orografía del terreno, con sus grandes pendientes, lo ha hecho imposible porque implicaba subir hasta una zona montañosa y alargar el sendero hasta los 15 kilómetros, «más apto para profesionales que para todos los públicos», puntualizan desde la Fundación.
Se optó por la solución ejecutada finalmente, por lo que el recorrido es lineal, con una longitud de 3,5 kilómetros desde el desfiladero a Silos, de los que unos 60 metros transcurren paralelos a la carretera, con biondas de protección ya instaladas. La construcción de este pequeño tramo asfaltado ha sido necesaria para salvar la brusquedad del terreno en la zona de las nuevas pasarelas.
El resto del camino se dejará como está, de tierra, con algún sembrado concreto para que salga hierba y evitar el barro en invierno. La idea es que sea una senda natural para disfrutar de un paisaje salpicado de diversas especies vegetales de ribera, donde predominan chopos, sabinas, fresnos, álamos y sauces, acompañados de un sotobosque pinos, zarzas, madreselvas, rosas caninas o saúcos. Toda esa vegetación se enriquece con la fauna habitual en la zona, comenzando por los buitres que anidan en las escarpadas pendientes del desfiladero, y corzos, jabalíes, zorros, liebres, lobos, el águila real, halcones y especies acuáticas como nutrias, ranas, martín pescador, el mirlo acuático o el cangrejo.
155 metros de pasarela. Potenciar el atractivo natural ya de por sí del desfiladero de la Yecla y el patrimonio de la villa fue una idea que partió del propio Ayuntamiento de Santo Domingo de Silos, y que desde la Consejería de Fomento y Medio Ambiente se vio con buenos ojos, teniendo en cuenta, además, que encima de la mesa había un proyecto global para mejorar todos los parques y espacios naturales de la comunidad.
Los técnicos de la Fundación de Patrimonio Natural fueron los encargados de redactar el proyecto para hacer viable la ruta senderista por el parque natural desde el desfiladero hasta la villa, lo que implicaba ejecutar nuevos tramos de pasarelas y la construcción de un puente para enlazar con estas y el camino natural. El proyecto inicial para levantar el puente era otro, explica Jesús Guerra, técnico de la Fundación. Los estudios geotécnicos dejaron claro la imposibilidad de apoyarle sobre 3 pilares por la inestabilidad del terreno, ya que este no es natural sino relleno de la tierra que salió de la construcción de los túneles, por lo que se optó por una escollera sobre la que se apoya.
En todo caso, el puente ya está montado desde el mes de diciembre. Tiene 20 metros de longitud, se ubica al final del actual recorrido y conecta con el inicio del camino natural y la nueva pasarela metálica, de 155 metros de largo, que transcurre por el conocido como desfiladero de San Miguel, más abierto, sin las abruptas paredes de la Yecla, por lo que es un espacio con mucha luz que permite disfrutar de la exuberante vegetación del parque natural. La anchura de la pasarela es uniforme en todo el recorrido, 1,20 metros, y al contrario que la antigua, el suelo no es de hormigón, sino de rejilla, que deja ver el terreno qué hay bajos los pies y da la sensación de libertad.
Una vez que se sale de la nueva pasarela y se deja atrás el pequeño tramo paralelo a la BU-910, se entra en la senda natural para disfrutar de 'otros paisajes', el llamado pinar de los Tobazos, el arroyo del Helechal (afluente del Mataviejas), las tierras de labranza y las de huertas, a medida que el visitante se acerca a Silos, donde también transcurre por la calle Don Pelayo, junto a la muralla medieval, y el arco de la Caldereta hasta terminar en el aparcamiento de la villa.
Pintar y sembrar. Por lo que respecta a la vieja pasarela, se reparará en algunas zonas deterioradas y se pintará, ya que el paso de los años la ha ido decolorando, tal y como explica Jesús Guerra.
Por otra parte, el terraplén y la escollera ejecutados para instalar el puente se han sembrado para que con el tiempo se integre dentro de la propia vegetación ya existente. La ladera, además, se ha sujetado con malla de coco para evitar pequeños desprendimientos.
Guerra afirma que la obra en la Yecla ha sido de una gran complejidad técnica por la orografía del terreno, así como el propio montaje del puente. Junto a él se instalará la escultura del buitre que está realizando Cristino.