Proyectos de exposición

Ó.C. / Miranda de Ebro
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Alumnos de primero de Bachillerato de Artes Plásticas muestran sus trabajos en los pasillos del IES Fray Pedro deUrbina.En el centro ensalzan la importancia de ofrecer este itinerario a los estudiantes de Secundaria de Miranda

Los estudiantes participantes en esta exposición, todavía tienen un curso por delante antes de acabar su Bachillerato de Artes Plásticas. - Foto: Ó.C

El paso por el instituto, sobre todo en la fase de Secundaria, se asocia a calculadoras, muchos libros y a horas interminables de estudio. Queda poco espacio para la imaginación o la creatividad, aunque en el Bachillerato de Artes Plásticas resiste un resquicio por el que se cuela la luz, los colores o las formas. Así lo muestran nueve alumnos de primero de esta modalidad en el IES Fray Pedro de Urbina, donde mantendrán en uno de sus pasillos todo el verano sus proyectos colgados. El jefe del departamento y profesor de Dibujo Artístico, Juanchu García, ensalza el esfuerzo realizado, pero también destaca que este método sirve «sobre todo para que sean capaces de descubrir dentro de sí cosas que no podían ni imaginar».

El docente reconoce que «hemos dedicado mucho tiempo, pero el hecho de trabajar con proyectos nos permite conectar con muchas áreas, aunque te limita en avanzar en contenidos». Aún así, en la balanza pesa todo lo que sacan los alumnos, en un primer curso en el que «intentamos que cale lo que queremos contar, que llegue el mensaje y que se involucren», afirma García, quien remarca que al sacar los trabajos de clase facilitan que los alumnos comprueben en primera persona «que las cosas en la mesa se ven de una forma, pero en el momento en el que lo expones, la imagen adquiere otra dimensión y es importante que ellos también se vean».

Ángela, Elora, Kiara, Lucía, Hugo, Luisana, Amal, Laia y Marcos son los alumnos artífices de esta exposición y reconocen que descubrieron aspectos que no sabían, han aprendido sobre técnicas, cómo aplicar el color, el juego de luces, las formas, pero sobre todo destacan «que teníamos cierta libertad para salirnos de la zona de confort y encontrarnos a nosotros mismos». Ahora, al mostrarse extraen otro aprendizaje, «ya que no es como enseñarlo para que te lo corrijan y te diga lo que está mal o bien». Su profesora de Plástica y Proyectos, Clara Martín, puntualiza que «es necesario que haya una base teórica, pero es importante que practiquen a través de la experiencia».

En el departamento ensalzan la importancia de conservar el Bachillerato de Artes Plásticas, una opción que «se infravalora muchísimo y se llega incluso a despreciar», lamenta García, pese a que durante muchos siglos los artistas se consideraban casi como «algo divino». Tampoco ayuda la sombra «de que tiene poca salida», aunque el responsable del departamento puntualiza que «la economía está totalmente condicionada por la imagen, pero aún así no se ve como una carrera profesional».

Entre los alumnos, también reconocen que luchan contra ciertos prejuicios, porque « la gente se imagina que no hacemos nada, pero tenemos un montón de trabajos prácticos». Lo que dejan claro es que su camino no está exento de esfuerzo, pero animan a los estudiantes que valoren este opción, porque «tienen que hacer  lo que a ellos les guste, no lo que piensen o pueda decir el resto».

García reconoce que recogen muchos jóvenes «rebotados» de otras alternativas y destaca la capacidad que tienen de mejora, sobre todo porque en Miranda no hay mucha matriculación en Artes Plásticas y «es un lujo tener un profesor para un grupo pequeño y es una ventaja también para los estudiantes», defiende.