La noche se alió ayer con el dispositivo de extinción de incendios coordinado por la Junta de Castilla y León y el Castro Valnera y la Cubada Grande amanecieron con un solo frente de fuego frente a los múltiples que quedaron sin extinguir en la tarde del lunes cuando se retiraron todos los medios desplegados. Según el cálculo inicial que ofreció a DB el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos, Roberto Saiz, «cerca de 400 hectáreas» han ardido en este incendio invernal que ha atacado un emblemático espacio natural, la Zona de Especial Conservación Montes de Valnera y su joya de la corona, el Castro Valnera. Sin embargo, el satélite Sentinel2, de la Agencia Espacial Europea, elevó el cálculo de la superficie quemada a entre 400 y 500 hectáreas.

Por fortuna, la evolución del incendio fue «bastante más favorable de lo esperado durante la noche», como explicaban los responsables de coordinar el dispositivo. Desde primera hora regresaron al terreno un técnico, dos agentes medioambientales, un helicóptero de la Junta llegado de Ávila preparado para lanzar agua y los dos aviones anfibios con capacidad para soltar  5.500 litros de agua en cada pasada y que llegaron de la base del Torrejón de Ardoz gracias al Ministerio para la Transición Ecológica. Un helicóptero y un avión más, ambos de coordinación, controlaron las llamas a una altura superior a los 1.500 metros de altitud, mientras sobre el terreno trabajaban cuatro cuadrillas, dos helitransportadas y dos de tierra.

A las dos y media de la tarde el incendio ya rebajó su nivel de peligrosidad Infocal de 1 a 0 y comenzó el repliegue de los medios con la retirada de los dos aviones anfibios. El helicóptero de Villardeciervos iba a continuar, según informó Saiz, que no quiso rebatir las críticas del Ayuntamiento de Espinosa, cuyo teniente alcalde, Luis Román Crespo avanzó ayer que estudian «pedir responsabilidades a la Junta de Castilla y León por la falta de medios en los primeros momentos del incendio». Para ello, incluso valoran pedir apoyo a otros ayuntamientos de la comarca para actuar de forma conjunta.

Indignación. Román Crespo manifestó que en su grupo había una «gran indignación porque el Castro Valnera es un lugar emblemático y singular que se ha achicharrado por una mala previsión». Como ya lo hizo el lunes, el edil insistió en que, «si se sabe desde enero que hay un anticiclón, había que haber contratado recursos y no se hizo». En concreto, además de no tener operativo el helicóptero de Medina de Pomar, el teniente alcalde criticó que tampoco se hubiera contratado a la plantilla del camión de extinción de incendios forestales de Espinosa.

En la misma línea, el sindicato UGT denunció la «falta de personal para luchar contra los incendios que se producen en invierno por las temperaturas inusualmente elevadas». Con el terreno seco y el paisaje pasiego transformado por la falta de lluvias y el calor, UGT ha escuchado al personal forestal advertir que «es necesario que los vigilantes de incendios estén en alerta y que el operativo esté preparado». A ello añadió que «es insostenible hablar del cambio climático y no contar con un equipo especializado de vigilancia contra incendios todo el año».